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Reportajes Batalla de Gallos 2019. Foto: Rolo Cabrera Batalla de Gallos 2019. Foto: Rolo Cabrera

La senda del ganador

Lo vimos la vez pasada, en aquella final electrizante. Aunque estuvo luchando hasta los últimos segundos, la suerte y el jurado escogen a uno solo. Tuvo que transcurrir un año entero para que Eduardo Enrique Alayón, Tito MC, pudiera coronarse por fin triunfador de Red Bull Batalla de los Gallos

“Yo creo que fueron mis Olimpiadas”, afirma al recordar el momento cumbre, cuando el público coreaba su nombre y las lágrimas lo inundaban, junto con el abrazo de los demás competidores. 

La historia de Tito comenzó apenas el otro día. En 2016, Paquete Semanal mediante, vio unos videos del festival Potaje Urbano, donde topaban Sicario, Carlitos Poesía Urbana, Ciudadano, Tanke,… “Los veía como dioses”, asegura. Ciudadano ganó en aquella ocasión, y él quiso seguir su desempeño en la final internacional de Perú. Entonces descubrió al mexicano ACzino, y no hubo vuelta atrás. Meses después se presentó en una batalla por primera vez. 

Con él se confirma la tendencia de la improvisación a independizarse de sus orígenes. “Me llamaban la atención los temas de Los Aldeanos, por supuesto, a quién no le gustan Los Aldeanos; pero no era fiel seguidor del rap. Lo mío es el freestyle”. 

La “vieja escuela” raperos de casta permanece en un plano heroico, aunque lejano. “Tú no puedes comparar a Messi con Maradona, cada cual en su momento. Verdad que lo que hicieron Adversario y El B en el 2006 y 2007 fue una barbaridad, porque ahí no había Internet ni nada; esa gente sacaron el talento ‘a pulmón’. A ellos sí hay que respetarlos por lo que hicieron, eso no tiene parangón ninguno; pero no pueden compararse con nosotros ahora, porque hay una evolución de 12 años. Ellos son MC, nosotros somos freestylers”. 

Cada cinco minutos el campeón usa metáforas deportivas, quizás porque su método se parece a la constancia de los atletas. “A veces practicaba dos o tres horas al día. Tengo una aplicación, Rap Battle, que tiene varias modalidades para improvisar, sobre objetos, imágenes, le puedes cambiar el tiempo…  Pero ya la he ‘quemado’ tanto que cambio para Wikipedia y escojo conceptos, y dedico un minuto a cada uno. Veo bastantes películas, series, cuando encuentro por la calle alguna palabra nueva, tengo el diccionario en el teléfono y la busco, soy curioso para eso, lo que no entiendo lo quiero saber”. 

La final internacional de la Batalla de los Gallos será en diciembre, en Madrid. “Quisiera que Cuba pasara la primera ronda desde el 2006 no pasamos, que reconozcan que aquí hay buen freestyle, y nos abran caminos para otros eventos internacionales. No solo la Red Bull, también está Supremacía, God Level. Lo que empezó Yeriko en Argentina quiero continuarlo yo”.  

Daniel Rodríguez Concepción (DRC) debutó en la edición anterior de la Batalla de los Gallos, con solo 18 años. Ahora quedó segundo y en noviembre representará a la Isla en la BDM (Batalla de Maestros), en Perú. Tito y él entrenan juntos por estos días, en una especie de “selección nacional”. 

Batalla de los Gallos 2019. Foto: Rolo Cabrera

Batalla de los Gallos 2019. Foto: Rolo Cabrera

“Mira, en la God Level Deluxe van tres representantes por país, un equipo, y a Cuba no la llevaron. Hubiéramos ido Yeriko, DRC y yo a dar tremenda pelea, y ganarle a una pila de gente ahí”. Igual que los peloteros o los voleibolistas, los improvisadores necesitan foguearse en otras ligas.  

Para más similitudes, el campeón está considerando retirarse luego de la gran competencia. “Depende de cómo me vaya en la Internacional. Si hago un buen papel, sigo y me pongo duro pal freestyle. Pero si por desgracia pierdo… no sé, ya pienso quitarme, eso a mí me estresa mucho porque yo siempre quiero ganar. Acepto cuando pierdo, pero por dentro me pica”. 

En agosto compitió por primera vez una muchacha, la rapera Damarys. Como el machismo asoma la oreja en todos lados, quizás en las batallas también. O quizás no tanto. “Si yo perdiera con una mujer que no tiene nivel (como con cualquiera), me sentiría avergonzado”, dice Tito. “Pero si tiene nivel, y me ganó, no me puedo poner bravo. El género no tiene nada que ver en eso. Hay una rima de Wos, el campeón argentino, que dice: ‘lo importante no es el género sino lo que genere’”. 

Y ya que estamos, preguntémoslo todo. ¿Es verdad que algunas rimas se escriben por adelantado? “Sí, sí. Los demás me dicen que yo soy el más ‘libretero’ de Cuba, pero ellos son como la gatica de María Ramos… Aquí todo el mundo se las escribe, y el que diga que no, está mintiendo”.

“Uno tiene que ir listo para lo que le va a tirar el oponente. Por ejemplo, a mí me tiran que era segundón, que si bonito, que hago reguetón a veces, y yo tengo una respuesta guardada, un as bajo la manga; siempre hay que tenerlo. 

“De hecho, perdí en Matanzas, en la primera ronda de la BDM, porque un chamaco me tiró la libreta completa, y yo no supe qué contestar. Pero fue bueno que ocurriera, porque me hizo prepararme más; yo estaba subestimando a la gente, y ya veo que no se puede subestimar a nadie”.  

La rivalidad entre los mejores resulta ineludible. Sin embargo, una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. “Yeriko es mi hermano. Cuando él viene a La Habana se queda aquí, y si yo voy a Holguín también me quedo en su casa. Nos motivamos entre nosotros, es una competencia sana”. 

Este año se cruzaron en semis, lo que llamaríamos una final adelantada. “El clásico de Madrid y Barça le decimos aquí. Y DRC viene siendo el Liverpool, que salió nuevo ahora y está duro igual”. 

Algunos comentarán que Tito MC es genio y figura del gallo peleador: actitud pendenciera, ego subido. No obstante, habla a su favor la manera cómo se expresa sobre los demás. “También tienes que poner ahí que Yeriko fue el que revolucionó el freestyle cubano, el que trajo las rimas con comparaciones, el ‘carambule’… Eso hay que tomarlo en cuenta”. 

Volver para contarla

Yeriko posee esa dualidad de Doctor Jekyll y Mister Hyde: todo educado si está fuera del escenario, y una explosión cuando le toca rimar en la pista. Después de vencer en 2018, ahora terminó cuarto. 

“En realidad, sabía que era muy difícil ‘bicampeonar’, de hecho, ha ocurrido muy pocas veces que alguien gane así seguido. Me sentía bien, quizás no había entrenado tanto porque he tenido bastante trabajo con la música… Y bueno, no se dio, pero yo pienso que sucede lo que tiene que suceder, y esta vez no me tocaba a mí. Y contentísimo por Tito”. 

De nuevo: lo que pasa en la tarima, se queda en la tarima. “Nosotros tenemos una amistad bastante sólida. Aparte, entendemos que el freestyle es una disciplina, como un deporte. Los boxeadores se caen a piñazos y al final se abrazan; imagínate nosotros”. 

Manuel Alejandro Delgado finalmente logró su proyecto musical, Loui y Yeriko, un dúo que lleva detrás piano, drums, guitarra eléctrica, trompeta, trombón y DJ. Ese formato les permite abarcar variedad de géneros y presentarse en diferentes espacios de la provincia. 

Sin duda, su victoria como improvisador le ha servido para despejar la ruta. Una vez campeón, siempre campeón. “Creo que le dan más credibilidad a mi trabajo. En ocasiones llego a los lugares y se enteran de que soy el ganador de la Red Bull, y como que me toman más en serio, por decirlo así. Siento que se ha abierto muchísimo mi visión profesional y de la vida”.  

Mientras el tiempo se lo permita, Yeriko seguirá en las batallas. “A mí me encanta la improvisación, mucho más que el hecho de competir. Pienso apuntarme para la próxima, pero falta todavía un año”.

Entretanto, la experiencia de la final en Argentina continúa palpitante y en colores. “Fue algo súper grande. Ese peso de representar a un país entero siempre es una presión, y también una sensación especial, porque sabes que estás dando cara no solo por ti, sino por una pila de gente que quiere lo mismo que tú, que sueña lo mismo que tú, y sabes que no los puedes dejar quedar mal”.

Los improvisadores de habla hispana se comunican en el mismo idioma vertiginoso; nada como encontrar a alguien que te entienda. “Generalmente cuando los freestylers se conocen hacen muy buena química, tienen una relación especial. La única diferencia que percibí entre los extranjeros y nosotros fue que ellos iban a seguir participando en eventos internacionales, y quizás no tenían la presión que pueda sentir un cubano, de saber que esa es la única oportunidad para demostrar lo que puedes hacer”.  

Después de los topes, muchos se acercaron a conversar con él, asombrados de que en Cuba hubiera freestyle con tanto calibre, y aseguraron que observarían las batallas nacionales más de cerca. “En esta inter se van a sorprender muchísimo con Tito, porque tenemos un nivel como nunca. Estoy seguro de que podemos llegar bastante lejos. Tú verás”.

foto de avatar Eileen Sosín Martínez Periodista en entrenamiento y cafecista profesional. No canta en la ducha, sino en la cocina. Más publicaciones

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