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Reseñas Final Nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM. Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.

Los más gallos

Le pedirán que pose, que sonría, que sujete la bandera. Yeriko habrá ganado en una final trepidante. Rompecorazones, exclamarían los narradores de la pelota. Con cara de no creérselo todavía, sudoroso y agitado, complacerá a cada uno que se acerque a saludarlo y hacerse una foto con él. Eso hacen los campeones.

Pero nadie lo sabe porque aún es miércoles por la tarde. Faltan poco más de 24 horas para conocer al mejor improvisador, el que representará a Cuba en la gran final internacional de la Batalla de los Gallos que desde 2005 organiza Red Bull, y esta vez aterrizará en Argentina.

Ahora van llegando los participantes a la semipenumbra del Café Brecht y Dj Raymel está tras las máquinas. Una sesión de preguntas y respuestas, de consejos y bendiciones. El jurado lo conforman Etián Brebaje Man, Adversario, y el mexicano ACzino, ganador del año pasado. Serko Fu, también de México, oficiará como Maestro de Ceremonia.

Los 16 gallos –pollos, la mayoría– tienen ese aguaje con swing típico del rap, esa guapería estilizada e inofensiva. Ellos también pertenecen a la gran fraternidad hip hoper: todos se llaman “hermano”, todos chéveres, todos panas.

“Asere, tú no te callas”, reclama uno; otro toma una foto “pa’ la chuchoteca”, y un tercero pregunta “cómo va a ser la escogedera” de los rivales. Se decidirá por sorteo, y solo se enterarán 40 minutos antes de la competencia.

“Tú no puedes meter una talla intelectual –argumenta Carlitos– porque la gente se queda así… Entonces dices: ‘porque tú eres feo’, y la gente: ¡¡uaaaaa!! Es complicado”. Alguien más se compara con otros países donde marcas y patrocinadores te pegan al techo. “Aquí esto no te da pa’ vivir”, concluye.

Incluso en el freestyle hay que respetar las reglas: nada de política ni malas palabras. (Se puede decir perra, pero no puta. No se puede decir culo, pero sí ano). Ni discriminación por color de la piel, orientación sexual o hacia las mujeres, indica Adversario.

Eso no impedirá que mañana algunos digan “tigresa” o “mamita” para denigrar al otro. Tampoco podrá evitarse que Tito MC le espete “negro mono” a Prodigio. Una expresión contrariada pasará por las caras de Etián y Adversario, se mirarán como pensando: “eh, ¿y esto?”. Aun así Tito –blanquito habanero– ganará ese cruce. Con todo, el que rima, rima.

Como si fueran a las olimpiadas, Etián les recomienda disciplina y relajación: descansen hoy, lean por la noche, por la mañana vengan temprano, bañaditos, frescos.

ACzino les pide que no traten de impresionar a los jueces, que busquen la creatividad por encima del insulto fácil. “Entren pensando que tienen la oportunidad de agarrar el micrófono y exponer lo que piensan, exponer quiénes son”.

Todavía desconocen quién será el triunfador, aunque saben algo. Nada vale tanto como una oportunidad.

La Final Nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos Cuba 2018 tuvo lugar en el Teatro Bertolt Brecht. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.

La Final Nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos Cuba 2018 tuvo lugar en el Teatro Bertolt Brecht. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.

Huelga mencionar que la escena hip hop también tiene su farándula, sus sospechosos habituales, sus groupies. Gente que manifiesta su lealtad llegando una hora antes al Bertolt Brecht.

Dentro, el ambiente recuerda un chiste de economistas: mejor vivir en superávit que en déficit. Mejor una producción sin miseria, cómoda, pletórica de pantallas, consolas y cámaras. Muchachas diligentes se encargan de que la cosa marche. El audio no falla, el show continúa. Si para eso tiene que estar el logo de Red Bull por todos lados, sea. Sin ánimos de impertinencia, solo para no perder la perspectiva de la engrasada maquinaria promocional que hay detrás de esto.

“Estamos buscando al gallo más gallo de Cuba. ¿Ustedes lo pueden ver por ahí en esos 16?” agita Serko. “No queremos muletillas, copias. Queremos ingenio. ¿Sí o no, hermano?”.

Los competidores permanecen sobre el stage. Yeriko, Tito y Yosbel recibieron un pase directo hasta aquí, en su condición de finalistas del festival Potaje Urbano, de Matanzas. Igual ocurre con El Tanke, ganador del año pasado y representante cubano en la final de México.

El resto tuvo que acceder a la web de Red Bull y subir sus respectivos videos de ellos “freestyleando”. Así funciona en el mundo con Internet. De manera que algunos de los sin-wifi contactaron a los organizadores, que los sentaron en computadoras conectadas para que lograran aplicar. Según la nota de prensa, un jurado internacional escogió a los contrincantes de octavos de final.

Los primeros rounds obedecen a combinaciones de pies forzados, por ejemplo: Manzana-Universidad-Ojo-Hielo, o Ceja-Luz-Anillo-Babalawo. Luego tienen que improvisar sobre imágenes. Uno se pone medio nervioso, porque de tanto que se explayan parece que en cualquier momento, en lugar de palabras, volarán piñazos. Sin embargo, se abrazan al terminar.

A modo de eliminatorias del mundial de fútbol, las llaves se van estrechando. En los cuartos, deben rimar sobre preguntas y conceptos. “¿De qué te arrepientes?”, “¿A dónde vas?”, “Deseo”, “Felicidad”. Y en las semifinales la cosa empeora: la premisa son temas esotéricos al estilo Viaje en el tiempo o El fin del mundo.

“¡¡Bulla, bulla, bulla!!”, exige Serko, y el público grita, chifla, alza las manos. “Raymel, suéltalo”, y el beat fluye.

Se veía venir. El último duelo corresponde a Tito y Yeriko. Para más tensión, señoras y señores, tendremos penales, o sea, un round extra en modalidad libre. Los gallos se ponen de pie, el segmento VIP, los jueces, ¡La Habana de pie! ACzino se agarra la cabeza. La gente que hace unos segundos aclamaba a uno, ahora ovaciona al otro. Ellos mismos anuncian, ahora sí, quién es el vencedor.

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Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
Final Nacional de la Red Bull Batalla De los Gallos, Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.
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Vacaciones + Transporte público = Caos. Gracias a esa ecuación diabólica Yeriko estuvo tres días más en la capital. Por eso, y porque ganó, los tres días siguientes estuvieron cargados de fotos, más fotos, llamadas, entrevistas. “El número que usted llama está ocupado…”, repetía la operadora cuando uno marcaba el celular de Manuel Alejandro Delgado. Con un nombre tan decente no podría competir. Así que se puso Yeriko. Le gustó cómo sonaba.

Y si Yeriko es freestyler, Manuel Alejandro es pianista, graduado del Conservatorio José María Ochoa, de Holguín. Pues sí. En la ciudad más limpia de Cuba, como él dice, toca en un conjunto de música fusión, mientras espera que aprueben su propio grupo.

Comenzó hace dos o tres años “por ‘payasá’, improvisando en la casa. A veces nos damos unos tragos con las amistades, y uno empieza a dar chucho. Nunca pensé en ello como algo profesional”.

En mayo hubo un festival en Holguín, y su hermano lo convenció de que participara. “Yo le decía: ‘¿Qué me voy a presentar, tú eres loco?’, y él: “Dale, muchacho, que tú lo haces bien’”. Hasta que el día antes se decidió. Y venció. Después vino el Potaje Urbano, y de nuevo.

Durante un taller de poesía le explicaron que no existe la musa que baja. De ahí que su entrenamiento consiste en improvisar tenazmente. “El cerebro tiene redes neuronales que se conectan, y mediante la práctica ese camino se vuelve más rápido”. O sea, que a la musa se le coge por la mano y se le pone a trabajar al lado de uno.

Yeriko, campeón de La Final Nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.

Yeriko, campeón de La Final Nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos Cuba 2018. Foto: Kako Escalona / Magazine AM:PM.

Y claro, “hay que estar informado, investigando, leyendo”. Aunque en algún momento el rap y el freestyle anduvieron como uña y churre, la tendencia se mueve hacia una distinción. De hecho, entre la improvisación y el piano, Manuel Alejandro reconoce que le atrae también toda esa gama en el medio.

Aunque pasen los días sigue sorprendido. “Nos sentíamos bien, todos decíamos: ‘oye, mira, estamos en la Red Bull, asere’. Pero yo estaba muy, muy nervioso. Llegué a la primera ronda y pensé: si pierdo, no pasa nada; es una experiencia bonita, trata de disfrutarlo”.

Rivalidad aparte, confiesa un gran aprecio por Tito. “Hemos competido en varias finales, y cada vez que voy a topar con él yo digo por dentro: cojollo, tengo que ponerme fuerte porque este chamaco es buenísimo”.

La próxima parada, Argentina. “Pienso en eso y me entra como un escalofrío así… Pero hay una manera de transformar eso en energía, en fuerza; no ‘ay, tengo miedo, déjame sentarme a ver si se me quita’, sino ‘déjame quemar esto que tengo por dentro’”.

Allá al sur, su principal objetivo reside en pasar de la primera ronda, algo que no sucede para un cubano desde 2006, cuando Adversario compitió en Colombia. Si lo consigue, los muchachos aseguran que lo esperarán con los brazos abiertos.

“A toda hora alguien me llama: ‘oye, ya vi tu batalla’, porque parece que por el Paquete salió ya. Un hermano mío me llamó: ‘¡oye, la final tiene 33 mil vistas en Youtube!’; y yo: ¡deja que vaya pa’ Holguín!”.

Yeriko tiene 24 años y carga con pocas libras, proporcionales a su estatura. Si fuera boxeador tal vez clasificaría como peso gallo.

 

 

foto de avatar Eileen Sosín Martínez Periodista en entrenamiento y cafecista profesional. No canta en la ducha, sino en la cocina. Más publicaciones

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