
Dando la nota
Los discos de vinilo no siempre venían (¿vienen?) acompañados de notas acerca de su contenido. Al no ser frecuente el libro interior en este formato, apenas quedan dos superficies (portada y contraportada) en las que no es usual encontrar información detallada más allá de los créditos. Al menos, así fue en Cuba, donde pocas veces nos pudimos dar el lujo de algo más espacioso en términos visuales. No obstante, hay vinilos que sí tienen textos de presentación, como el Días y Flores de Silvio Rodríguez, por ejemplo, que cuenta con las palabras del propio autor.
Pero donde de verdad los comentarios especializados han campeado por sus respetos en la discografía cubana es en la época del disco compacto. Muchos, diría que la mayoría de los CD que se han producido en Cuba entre 1993 y la actualidad (aquél año marca la fecha de las primeras producciones nacionales en este formato), llevan en su librito interior o booklet eso que acá llamamos notas discográficas. A veces cargadas de lirismo, otras anecdóticas, muchas en plan musicológico o musicográfico, algunas auténticas piezas literarias; las notas se proponían —lo consiguieran o no— diversos objetivos, en dependencia del autor o de quien las encargara, ya fuera el intérprete o la compañía discográfica: interesar al posible comprador en el “producto musical”, ampliar la información de contexto para hacer la escucha más informada; incluso complementar la atmósfera que la música proponía (formar parte de la experiencia, diríamos hoy).
Lo cierto es que en la mayoría de los casos —por no ser absoluta—, las notas discográficas duermen hoy el sueño polvoriento de estantes y cajas en casas o almacenes, o bien se aburren en carpetas digitales obsoletas. Ante las dificultades económicas que complican hace años la producción de fonogramas en Cuba, algunas ni siquiera fueron jamás letra de imprenta, y a la mayoría, el streaming acabó de darles la puñalada final. Excepcionalmente algún melómano con suerte vuelve a posar sus ojos en ellas.
Pensando en esto, en lo mucho y bueno que se ha escrito sobre música cubana en las notas de nuestros vinilos y discos compactos, nos proponemos, en esta nueva sección, traerles discos cubanos de cualquier época a través de “las voces” que los presentaron en su momento. Acompañados de la música, claro, pero también de los créditos, siempre que estén disponibles, será como relanzar estos fonogramas, escucharlos compartiendo audífonos con Marta Valdés, Leonardo Acosta, Sigfredo Ariel o el propio intérprete. Será un viaje musical en inmejorable compañía.
Premios Cubadisco de notas discográficas (2002-2018)
2017. Sigfredo Ariel por Colección 40 Años de Música José María Vitier, José María Vitier (Unicornio)
2016. Pedro de la Hoz por Del Oriente de Cuba, Varios intérpretes.
2015. Jorge Gómez por 70 Américas, Orquesta América (Colibrí)
2014. Pancho Amat por Si de son se trata, Ecos del Tivolí (Bis Music)
2013. María Elena Mendiola por Colección Original de Cuba. Voces: Las D’Aida (EGREM)
2012. Natalia Bolívar por Las estrellas del folclor (Bis Music).
2011. Reynaldo Cedeño por Veneración. Antología santiaguera, Varios intérpretes (Bis Music)
2010. Claudia Fallarero por En Vivo, Aldo López Gavilán (Colibrí)
2009. Sonia Pérez Cassola por Soy la décima guajira, Varios intérpretes (EGREM)
2008. Sonia Pérez Cassola por Original de Cuba: Celina González, Celina González (EGREM)
2007. Liliana Casanella por Grandes éxitos de Elena Burke, Elena Burke (EGREM)
2006. María Elena Mendiola por Cancionero cubano, Chucho Valdés (EGREM)
2005. Cary Diez por La Rumba soy yo. Con sentimiento manana, Varios intérpretes (Bis Music)
2004. Miriam Escudero por Gaspar Fernández. Cancionero Musical de la Catedral de Oaxaca, Ars Longa (OHCH y K.617)
2003. Leonardo Acosta por Habana Report, Ernán López Nussa (Unicornio)
2002. Sigfredo Ariel por El legendario Trío Matamoros, Trío Matamoros (EGREM)