
Amor a Santiago
Tosca, negro, mi hermano:
Aprovecho que una amiga viaja de urgencia allá, a Santiago, para que te lleve esta “descarga” que desde que escuché tus últimas grabaciones quiero hacerte llegar.
¡Sí, señor! Mucho amor a Santiago de Cuba y mucho amor a toda Cuba hay en estas músicas tuyas que has estado cocinando por allá donde hasta la mismísima tierra se emociona y tiembla a cada rato; donde no tienen medida ni el calor del aire, ni el humano que brindan sus hospitalarios pobladores; donde hasta el café, el ron y las frutas guardan sabores de cercanía al árbol, a la raíz, al monte…
No es que tus canciones desanden la heroica ciudad, sino que la ciudad atraviesa, inunda y desborda todo tu disco. Está la ciudad con sus sones, sus trovas, con sus reminiscencias afrancesadas desde un Haití vecino e influyente, con sus esencias caribeñas y hasta con sus congas arrolladoras.
Está Santiago con sus calles que de tan empinadas llegan a quebrarse en escaleras o a morir en farallones, con su Morro, con su Tívoli, con su Cayo…
Está Santiago hasta en tus nuevas maneras de interpretar algunos temas tuyos que traes de otras etapas de tu creación, pero que así, como están aquí, alcanzan aún mayor coherencia, más solidez, se comprenden mejor en toda su significación.
Se te ha salido aquí todo lo de cubano que tienes dentro, lo de buen cubano, lo de poeta, lo de pueblo.
Oyendo tu disco tengo la fuerte impresión de estar escuchando una profesión de fe, a alguien que nos dice cuáles son las cosas que considera más sagradas. No me refiero a lo evidente, a aquello en lo que crees y te guía, sino a una “religiosidad” mucho más amplia, que hace sagradas la amistad, la memoria, los amores, los sabores y olores de las comidas, los instrumentos musicales, los estimulantes espíritus del tabaco, el café, el aguardiente y … ¡hasta esa “cazuela” de muy oculto sentido!
No sé si esa sería tu intención, pero el disco suena así. Has madurado mucho en interpretación y toda la sonoridad criollísima que lograste haciéndote acompañar por ese excelente septeto (¡esa trompeta, ese tres y esos cueros tocan como los ángeles!) le aportan una tremenda unidad expresiva al disco.
Te agradezco, mi negro, que me hayas dado el privilegio de ser de los primeros en escucharlo. Creo que Santiago, toda Cuba y toda la gente buena que haya por esos mundos, te van a agradecer muchísimo este disco tan genuino y tan sabroso. ¡Cómo no!
Ya nos veremos aquí, a tu regreso, o allá si me fuera posible darme un brinco.
Un abrazo,
Noel Nicola
P.D. Saluda en mi nombre a los muchos amigos comunes. ¡Guárdame un poco de todo lo bueno que hay por allá! ¡No te lo lleves todo!
Todos los temas compuestos por Alberto Tosca Producción: Alberto Tosca/Rolando Ferrer Rosado Dirección musical: Rolando Ferrer Rosado Grabación y mezcla: Ing. Ismael Torres García Asistente de grabación: Hamlet Domínguez Fotografía: Humberto Padrón Diseño gráfico: Tomás Miña Estudios de Grabaciones SIBONEY, EGREM, Santiago de Cuba, 1999 (P) EGREM, 1999