
Dibujar la Música: Alejandro Cuervo
Mi relación con la música es dual. A veces estoy conectado a ella todo el tiempo, otras veces —durante cortos períodos— necesito el silencio. Como consumidor, tiendo a engancharme con la que me gusta y puedo “quemar” un disco lo suficiente como para tener que ponerlo en pausa luego. Lo que sí se mantiene constante es que descubrir música que me guste es un detonante de creatividad y buenos ánimos; como mínimo me arregla el día. Creo que si el mundo aún no explota es gracias en parte a esa alquimia sonora.
En mis playlists no pueden faltar Omara Portuondo, Silvia Pérez Cruz, Silvana Estrada, Harold López-Nussa, Aldo López-Gavilán, Jorge Drexler, Fito-Spinetta-Charly, Bon Iver, Damien Rice, Snarky Puppy, Avishai Cohen, Rodrigo Amarante, Carlos Varela, Aca Seca, Baiuca, Roly Berrío, Leo García, Yaima Orozco. Luego, de ahí, escojo en función del mood. A una isla desierta podría llevarme el disco homónimo de Bon Iver, o Shaot Regishot de Avishai Cohen. O uno de esos CD «variados en .mp3» que tan famosos eran en Cuba.
Siento que la música es un espacio para habitar, un espacio en metamorfosis constante y es un honor grandísimo el momento en que te mandan la maqueta y tú eres una de las pocas personas que la han escuchado y, además, te quieren a ti para que le des forma y color.
Ilustrar para la música es uno de los encargos que más disfruto y, a veces, uno de los más exigentes: digerir y canalizar un espacio personal, una manera de ver el mundo, para luego tratar de aportar algo y brindarle una nueva dimensión expresiva, no es asunto fácil. Y ahí está el disfrute: no solo en el reto, sino en poder tener ese tipo de intimidad con otra persona.
He ilustrado y diseñado para muchos proyectos musicales: Carlo Fidel Taboada, Rey Pantoja, Descemer Bueno, Miguel Ángel de la Rosa, Roly Berrío, Haydeé Milanés, Yaima Orozco, Magazine AM:PM, el podcast Al oído y festivales como Patria Grande o Longina. Varios de estos encargos partieron de trabajar como productor de Noslen Porrúa y organizador del Encuentro de Poetas y Cantores, un trabajo que amaba, donde conocí música de gente maravillosa y dibujé en mi mente muchas de las canciones, que eran parte de mi vida.
Para encontrar la inspiración en mis trabajos para la música muchas veces pongo en loop la canción o el disco sobre el que tenga que ilustrar, de forma tal que a la escucha número diez o doce ya formen parte del entorno, como un ruido blanco; entonces puedo tener todas esas frecuencias con la misma potencia en mi mente. Así es más fácil verla e ilustrar. Es casi una tarea de paisajismo.
Otras veces salgo a caminar con la canción en los audífonos, pues las conexiones entre el paseo y la música revelan una nueva forma de la canción, vienen las ideas y las sensaciones. Muchas veces intento ilustrar más para un sentir que para un entender, seré muy feliz el día que lo logre.

Diseño: Comrayo.

Diseño: Comrayo.

Diseño: Comrayo.

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