Javier Ruibal en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, edificio de Arte Cubano. Foto: Alain Gutiérrez.

Congelar el tiempo

Alain Gutiérrez
03.11.2023
3 min. de lectura

Yo nunca podré sacarle música a un instrumento, ni tampoco cantar en un concierto, pero por 13 años trabajé muy ligado al mundo de la música en Cuba, en especial a la Nueva Trova, gracias a mi rol de fotógrafo en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Fueron tiempos inolvidables donde disfruté y vi nacer algunas canciones que hoy son imprescindibles para la historia de la música contemporánea cubana.

Para mí la puesta en escena de un concierto era el plato principal, pero lo que ocurría antes, durante y luego de cada concierto fuera del escenario era el aderezo que definía la dinámica entre los músicos y que dejaría en mis archivos esa parte menos vista de la música antes de ser espectáculo. Esas pequeñas cosas, esos sencillos detalles o acciones que nos ayudarán a contar una historia cuando pase el tiempo, quedan en una imagen y se convierten en memoria.

Una vez me preguntaron cuál era mi súper poder, y sin dudarlo contesté: yo puedo congelar el tiempo.

Kelvis Ochoa y Residente en el concierto de Calle 13 en la Tribuna Antimperialista de La Habana, Cuba, en 2010. Foto: Alain Gutiérrez.

Residente e iLe en el concierto de Calle 13 en la Tribuna Antimperialista de La Habana, Cuba, en 2010. Foto: Alain Gutiérrez.

Javier Ruibal y Luis Alberto Barbería en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, edificio de Arte Cubano. Foto: Alain Gutiérrez.

Javier Ruibal y Santiago Feliú en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, edificio de Arte Cubano. Foto: Alain Gutiérrez.

Concierto de presentación del álbum Cubanos por el mundo, de Interactivo, en el teatro Karl Marx, en 2010. Foto: Alain Gutiérrez.

Vicente y Aurora de los Andes Feliú en concierto de la familia Feliú en el espacio Canto para todos, en la Casa del Alba, en 2010. Foto: Alain Gutiérrez.