Magazine AM:PM
Publicidad
Reseñas Diseño: Dirección de Arte de AM:PM. Diseño: Dirección de Arte de AM:PM.

3 A 0 / L Kmii

En Cuba nadie escapa del reparto. Incluso, al que lo evita termina tocándole por la cuota en algún momento de manera inevitable. Guste o no. Es lo que hay. 

En diciembre de 2022 L Kimii (anteriormente conocido como El Kimiko), uno de los duros del género, estrenaba su segundo álbum. En su momento lo escuché, no como fonograma íntegro, sino como temas sueltos e independientes. Caminando por ahí. Por el vecino que me obligó. En la fiesta que se activó gracias al reparto. Porque quise. No sé. Lo escuché, sin más.

L Kimii coronó y lanzó un disco para que a todos nos quedara claro su éxito. Él tenía que decirle al mundo que se pegó y sigue pega’o en Cuba o fuera de ella, en solitario o acompañado, con manager o sin él; pensé en aquel entonces.

3 A 0, su segundo fonograma en solitario, estrenado el pasado 24 de diciembre y producido por DJ Conds, tampoco deja demasiado margen a dudas, su propio nombre lo denota: 3 a 0, victoria asegurada. Perfectamente podría ser la frase típica “yo soy tu papá”; “respeta a los mayores” o una más clásica “yo soy el mejor en esto”. En cualquier caso, nada nuevo.

En sus redes, dijo entonces que el 3 es el número de Elegguá y de la suerte. La A, la primera letra del abecedario (muy asociado también a ser el número uno), la inicial del nombre de su padrino y del suyo propio. “A de amar”, dijo también.

Después de tres meses, me dispongo a meterle cabeza al disco. A fin de cuentas, tampoco puedo (ni quiero) escapar de mi realidad inmediata, de donde el reparto forma parte, sin dudas. 

Comienzo, entonces, el ejercicio inverso de la escucha.

Lo primero que te encuentras en 3 A 0 es una portada con un primerísimo plano de perfil  de L Kimii y un fondo rojo con brillo plateado, a lo underground. ¿Agradable o desagradable a la vista? Da igual. Es totalmente coherente con lo que es, con el discurso de su álbum y con su proyección artística.

Desde la intro hasta Candy tema que cierra el álbumsu autor transita en 36 minutos por el tipo romántico, al que se le sale “El Niño, el bobo”; luego, el despechado con mala suerte por una “maldita” que sabe qué hacer con su vidita; para después volver a su romanticismo repa, donde se las come toa’.Y así, en 12 temas sin un aparente hilo conductor, abre y cierra el mismo ciclo, una y otra vez…

Reproduzco y termino de escucharlo de nuevo. La verdad, no descifro qué quiere decir ni a dónde quiere llevarnos con este aparente bucle entre el mejor, el enamorado caliente y el dolido, pero como casi siempre me sucede con el reparto, disfruto el proceso de oírlo sin pensar demasiado. 

Una va sumergiéndose y se percata de que, literalmente, hace lo que quiere en sus temas. Empiezas a escuchar uno y, sin ninguna modulación mediante, cambia de un tono a otro, manteniendo la efectiva armonía del reparto. Lo mismo ocurre con sus letras. El dirá que una no es nadie para cuestionarlo. 

De Sin Miedo al Éxito  su primer álbum en solitario a 3 A O, hay un Osniel que quiere evitar aburrir y va tanteando (unas veces con más éxitos que otras) cómo conseguirlo. En esta ocasión, apuesta por el reguetón, el pop y el reparto. Se nota a un artista tan enfocado que, si demoro un mes más en publicar la reseña, saca un disco nuevo.

De 3 A 0 hasta la fecha ha lanzado tres sencillos: Los Requisitos ft. El Chacal; La pieza de tu pieza y Los Descaros ft. El Charly; todos acompañados de una propuesta audiovisual. En otras palabras: el tipo está puesto. ¿El problema? Que hay muchos otros igual de centrados.

La lista de colaboradores incluye a William El Magnífico (Pipipi), Alexander Delgado (Maldita) y a El Taiger (Candy). El primero de ellos parece intentar salir de la sombra en la que está hace años y medianamente lo logra. En lo personal, su reiterativo Pipipi en el tema me devuelve al 2010-2011 con su famoso tururú, tócame la flauta; el mismo recurso explotado nuevamente, pero ya menos funcional.

Maldita es el tema que comparte con Alexander; featuring del que se podía esperar más promoción y mejor acogida. No la tuvo, porque aunque Gente de Zona es una agrupación que se supone de talla internacional, andan en curva descendente y colaboran hasta con su tía; además de que el propio tema no la amerita.  

Con Candy, sin embargo, sucede todo lo contrario: fue el primer paso fuerte del disco, incluso antes de estrenarse. Desde mayo del 2022 ya se escuchaba en las directas de El Taiger, y en los primeros días de noviembre estaba en la calle. Por supuesto, ahora José Manuel Carvajal no es un cameo como en el videoclip de Perfiles Falsos, sino un factor elemental en la producción, imagen y promo del sencillo y del sello de DJ Conds. Tampoco es de extrañar su aparición: El Taiger siempre se sube al tren, de último o de primero, pero se cuela. 

Independientemente de eso, la canción cumple con requisitos para pegarse de manera sencilla: estribillo corto y pegajoso, y vídeo típico con primeros planos de los artistas, pulido con edición a crayola.  

De manera general, el fonograma contiene los mismos códigos del reparto: su intento de tono romántico que termina en lo sexual (a la mujer eso allá abajo le sabe dulce) las mismas menciones a marcas de ropa, mientras más caras mejor, junto a las repetidas referencias al talento y a las bendiciones que se cruzan en el camino de los reparteros.

Se repiten códigos, ¿y qué? El disco no deja de ser peor o mejor por eso. Nosotros como sociedad tampoco… Sigo escuchando.

3 A 0, ¿su mejor disco? No lo creo. Hoy, quizás. Mañana cuando saque otro… veremos. Mientras tanto, algo sí me queda claro: opinen lo que sea de él, L Kimii, siempre tendrá la misma respuesta: déjalos que hablen, déjalos que digan, mi’o, yo no soy jimagua. Aceite. Agua.

Se acabó. 

foto de avatar Daniela Dashiel Hija de Centro Habana. Aprendiz de Periodismo y experta en procrastinación. Más publicaciones

Deja un comentario

Aún no hay comentarios. ¡haz uno!

También te sugerimos