
Una noche con Celeste en La Habana
Si alguien me hubiera dicho que el primer concierto al que iba a asistir luego de las restricciones de la pandemia sería de Celeste me hubiera echado a reír en su cara. Pero así de loco anda el mundo. Celeste Epiphany Waite, la que estaba llamada a ser la voz revelación de la canción británica en 2020, desembarcó al final de este año extraño en La Habana de la mano de las actividades por la Semana de la Cultura Británica en Cuba.
Para mí es un hermoso misterio lo que está pasando en el Reino Unido, que a golpe de mescolanzas multiculturales se ha convertido en una especie de vórtice en el que el jazz y el hip hop se reinventan y a cada rato surgen unas voces que parecen de otro tiempo. Podría decirse que están fundando una nueva tradición para este ya no tan nuevo siglo. En las intersecciones de estos movimientos un nombre está brillando desde hace un tiempo, y es el de esta muchacha nacida en California, de madre británica y padre jamaicano, que se formó escuchando viejas grabaciones y que no ha querido hacer otra cosa en la vida que no sea cantar. En apenas cinco años ha pasado de subir sus temas a SoundCloud a convertirse en la ganadora del premio Rising Star en el BRIT Award 2019, a lanzar Not Your Muse, un disco que ha encantado a críticos y público. En el medio, la pandemia; en el medio, un parón tremendo a sus deseos de experimentar en vivo toda esa gloria que empezaba a acariciar.
Digo todo esto para que entendamos las ganas con las que llegó Celeste al Teatro Martí el pasado martes 7 de diciembre. Unas ganas que solo podían compararse con las que teníamos les espectadores de escuchar nuevamente música en vivo en una sala de conciertos. Todes estábamos hambrientes, el deseo de vivir una experiencia artística en directo se podía palpar en el aire, y vaya suerte la nuestra que fuera a saciarse con semejante show.
Cuando finalmente se corrieron las cortinas del escenario y encontramos a Celeste acompañada de una banda cubana de lujo (Jorge Luis Yoyi Lagarza en el piano y la dirección musical; Rafael Aldama al bajo; Marcos Morales en la batería; Irán El Menor Farías en la percusión; Dayron Ortiz a la guitarra y Rasiel Aldama en la trompeta) uno no podía esperar algo menos que memorable. Sin embargo, Ideal woman sonó como un arranque demasiado contenido, que pedía a gritos romper en algún momento que inexplicablemente nunca llegó.

Celeste en La Habana. Foto: Pedro Suárez.
Desde ese mismo comienzo se percibieron algunos problemas en el audio, así como una cierta inseguridad en el sonido de la banda acompañante (entendible, considerando que era una formación emergente, pero no por eso del todo perdonable, ya que todos son unos musicazos experimentados a pesar de su juventud), pero la garantía que es contar con Dayron Ortiz en la guitarra y la imaginación, y el (a menudo excesivo) color particular que El Menor le imprime a su ejecución; unido a la química de Yoyi, Marcos y los Aldama (curtidos en sus años de escolta de Daymé Arocena), hicieron que poco a poco fuéramos olvidando estos deslices para concentrarnos en lo principal: Celeste y su voz.
Celeste y su postura casi hierática, apenas alterada por algunos leves contoneos y un balanceo de sus manos, y que compensaba ese inmovilismo corporal con una voz tan candorosa como sensual, capaz de pasar del lamento a la seducción con la sabiduría e instinto de alguien que ha visto mucho más mundo del que puede haber vivido esta joven de 27 años. Escucharla es asomarse a un alma vieja arropada por una voz suave y conmovedora como luz de tarde.
Cómo se nota que ama a Aretha Franklin y a Ella Fitzgerald; las suyas son canciones intimistas al tiempo que desafiantes, una exploración de los sentimientos y las relaciones humanas envueltas en un sonido agridulce. El soul en su más clara expresión. Puro espíritu, pura lumbre.
Para fortuna de les asistentes la banda fue entrando en calor con el paso de los temas, y a partir de Father’s Son fue notándose cómo el acompañamiento ganaba en vibra y complicidad. El punto definitivo de quiebre fue Stop This Flame, un vibrante canto R&B con tintes caribeños que nos mostró finalmente a qué habíamos venido. De ahí en adelante la tropa comandada por Yoyi se transformó en otra cosa, una banda compacta, segura, lo que le dio a su vez la seguridad a Celeste para brillar, para encandilarnos con interpretaciones bastante cercanas a la perfección. Les asistentes al Martí fuimos afortunades; tuvimos la oportunidad de ver una Celeste en todo su esplendor y versatilidad, capaz de saltar del gozo vibrante de Tell Me Something I Don’t Know a las profundidades melancólicas de A Kiss. Si alguien quiere saber lo que es el empoderamiento a través de la música, debe experimentar la transformación que sufre esta mujer de expresión tímida cada vez que arranca a cantar.

Celeste junto a Jorge Luis Lagarza. Foto: Pedro Suárez.
Cerca del final del concierto sucedió lo impensado. En el que debía ser uno de los momentos más emotivos de la noche (y definitivamente uno de los más esperados por mí), la descomunal versión acústica de Strange (la voz de Celeste y el piano de Yoyi solos, porque nada más necesita el mundo), quedó manchado por problemas en el sonido. Por suerte, ni este contratiempo pudo matar la emoción del momento. Mientras sonaba la canción, yo rezaba por que en el monitor de referencia no se escuchara el desperfecto; es lo mejor que pudiera haber pasado para que continuaran regalándonos esa belleza, aún con semejante desliz técnico.
Cuando todo terminó, Celeste había logrado eso tan difícil y anhelado por cualquier artista que es echarse en el bolsillo a un auditorio que no te conoce. Aunque reconozcamos que arrancó con ventaja: tenía sus ganas, tenía las nuestras. Salí a la calle lleno de música del mejor concierto que pude soñar para volver a la vida. Si los nombres, como querían creer las antiguas culturas, definen nuestro carácter, Celeste Epiphany no ha hecho otra cosa que honrar el suyo al regalarnos una noche inolvidable con esa explosión cálida que es su voz.
Gracias por llevarnos al concierto de Celeste a través esta reseña.
Maravilloso concierto, aunque lamentablemente manchado por esos pequeños fallos de sonido mencionados por el autor.
De todas maneras, un placer tremendo disfrutar de esta muchacha y su voz…
Buenas yo fui a ese hermoso concierto no se porque ensucias la imagen de ese
concierto tan hermoso o tienes algo contra el teatro eso das entender. Ya que esa noche fue mágica ver una personalidad como celeste, hermosa voz,en nuestro País es único. A ver no vi problema todo lo sentí muy bonito, hermoso en general se escuchó muy bonito las personas aplaudiendo muy contentos. A mí persona amistades los que estaban a mi lado nos encantó..Pero no se porque dices eso sí tienes algo contra la institución . Me encanta ir a ese teatro. Hasta hora son espectáculos de primera muy profesionales .No se detrás de esas palabras que hay , lo que si se que me encantó no vi esos problemas que dices..Lo que si Felicito a todos los que trabajaron en esa funcion.Disculpa pero es de mal gusto lo que dices..De poco profesionalismo..
Yo fui al concierto lo vi muy hermoso,ojalá se repita funciones de ese nivel no me fijé en eso que dice el autor..Todo lo vi muy lindo..Todo lo sentí claro bonito músicos de primera la cantante para que decir de primera.Todos salimos hablando muy bien del concierto alegres..Besos a todos..
Es una pena que existan, que piensen como usted , critica destructiva para ensuciar un concierto tan hermoso de tan prestigiosa cantante británica, q con tremendo gusto pude asistir y disfrutar no se q problemas mencionas q tuvo,porque la verdad ni yo ni las ocho personas q me acompañaron persiguieron nada a contrario si vimos mucha calidad de sonido y luces muscos,a pesar q eran músicos cubanos hicieron un maravilloso trabajo al igual q el que los que trabajaron en el teatro ojalá q se sigan haciendo esos conciertos con esa calidad para poder disfrutarlo e tenido la dicha de asistir a otros conciertos en ese teatro y todos d calidad me han encantado pero este de Celeste nos facino y todos salian haciendo comentarios positivos del espectáculo en general luces ,sonido todo,le repito q lástima q personas como usted quieran perjudicar con erróneo y ficticio comentario donde nada,no sé que tienes en contra del teatro Martí y su elenco o contra la cantante o contra los británicos ,q de buena fe decidieron hacer esa maravillosa presentación en ese lugar , menos expresarlo al mundo en ese sitio donde expones poniendo el nombre de muchos profesionales teatro por el piso con dichas mentiras,pero bueno tienes tú libertad de expresarte pero no así ,q el q sigue tus comentarios cada vez cree menos en tu trabajo,espero q en próximos comentarios critiques con verdades cosas constructivas,eres cubano y sabes con la condiciones q se trabaja para obtener esa calidad d conciertos eso creo..
A mí me encantó el concierto muy bonito. Felicidades a ese elenco de trabajadores..Sigan así no le hagan caso a esas malas intenciones..
Bello concierto me encantó yo no vi problema si talentosos músicos y una hermosa voz..
Muy bonito concierto me encantó..Lástima que el periodista con papeles padre una revista musical Rafael G Escalona ensucien un espectáculo tan bonito con sus palabras..Se me parece a una persona 🤔 son familia se me parece Otaola hablando Basura..
Amanezco con un rosario de comentarios en este texto. Hay que ser intelectual y emocionalmente miope para no ver la carta de amor que es mi reseña del concierto de Celeste. Si para algo sirven esos comentarios es para recordarme que las Brigadas de Respuesta Rápida también tienen su sección cultural. Para el teatro Martí y sus trabajadores no tengo más que respeto. Es uno de los espacios más serios en los que podría trabajar un artista hoy en Cuba. Sueño con el día en que este país aprenda a digerir la crítica.
Estuve en concierto en el centro de platea, y sí…hubo inseguridades en la banda al inicio, y después hubo q calibrar sonido. Y para ese temazo q fue Strange se quedó conectada la bordonera de la batería -quien tiene nada más poquito de oído lo escuchó-. Pero en efecto, y como bien dice el periodista, ninguno d esos problemas opacó ni a la banda ni a Celeste ni el conciertazo que fue. Esto es una crítica! Ojalá se escribieran más así en la prensa cubana…Mis respetos!
Me parece vergonzoso que el ejercicio de la crítica sea tan criticado y mal comprendido. Es cierto que el concierto fue brutal, pero no fue perfecto. Rafa G. Escalona es incluso condescendiente con los desperfectos técnicos y de groove de la banda y la realización de sonido. El problema de la batería fue más profundo que eso y se percibió durante todo el concierto. Hubo más dificultades. Al respecto escribí. La cantante lo sintió, lo percibió y hasta se lo expresó a Lagarza. Me pregunto por qué el cubano está tan acostumbrado a la autocomplacencia. Me pregunto si justamente ahí residen los problemas más significativos de nuestra sociedad. Rafa G. Escalona mis aplausos por decir más sutilmente algo que para mí fue imposible suavizar…Saludos
No estuve en el Teatro Martí. No estoy en La Habana. No conozco la obra de Celeste. Pero termino de leer muriendo de las ganas de escuchar a Celeste, de estar en La Habana y de sentarme en el Teatro Martí. Gracias Rafa.
Bello concierto a mi me encanto a ver fui a disfrutar todo muy bonito.Los critico estan para criticar ganar punto con eso para eso le pagan.😂.Bellísimo gracias celeste por ese concierto tan bonito mas en el coliseo de las 100puertas Teatro Marti..
escribe el jefe técnico del teatro Martí, en primer lugar agradecer el artículo que lejos de denigrar o manchar lo vivido en el teatro, es un ejercicio pleno de la libertad de expresión y el criterio propio, en segundo lugar agradecer a los incondicionales del teatro, pero ninguna pasión puede cegarnos y mucho menos atacar un ejercicio soberano, los dos problemas descritos por el periodista existieron, fueron reales y no se los inventó, aunque solo perceptibles para oidos entrenados en estas lides y no vinculados a errores humanos, solo acotar que cuando se trabaja con celebridades de este tipo la opinión de managers y representantes pesa más que criterios técnicos locales, el ingeniero de sonido del concierto es un experimentado y reconocido especialista y la productora general la amiga Yoana grass es la cátedra de la producción de espectáculos en nuestro país…. y un poco más allá………. Rafa G. Escalona, su criterio valioso siempre será recibido con humildad y aprecio de nuestra parte