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Artículos Ilustración: Mayo Bous. Ilustración: Mayo Bous.

Soundcheck me, please!

Antes de cualquier presentación artística en un teatro, sala de concierto, club,  estudio de radiodifusión o similar, suele hacerse una prueba de sonido. Es el momento en que se llevan a cabo un conjunto de ajustes en el sistema tecnológico, necesarios para alcanzar un óptimo resultado sonoro, tanto para la audiencia como para los intérpretes. 

Aún después de 34 años de carrera, el soundcheck, como le llaman los anglosajones y mucha gente de la industria, sigue siendo para mí como un deporte de alto riesgo, en el que la adrenalina fluye por los poros, se trabaja contra reloj y bajo mucha presión, y el resultado puede ser gratificante o tan frustrante que pudiera costarte la carrera. En este artículo quisiera compartir algunos tips que —con éxito he puesto en práctica durante estos años, y que pudieran ahorrarle, a técnicos y artistas noveles, algunos malos ratos. 

Trabajo y estrategias previas a la prueba de sonido

Aunque tengamos largas horas para poner a punto el sonido de un concierto (que no suele ser el caso), siempre demos por sentado que no nos alcanzará el tiempo. Por lo que el trabajo que llevemos por adelantado significará tiempo ganado para pulir nuestra obra, o para resolver los tantos percances que pueden presentarse. 

Para ello es importante enviar al jefe técnico del local, con suficiente antelación, un buen rider (documento con los requerimientos técnicos del espectáculo). Solicitarle un contrarider que nos ponga al tanto de las especificidades de la sala constituye una ayuda invaluable que nos dará la posibilidad de prepararnos, buscando información sobre los dispositivos que desconocemos, y trazarnos un plan de acción preciso. En este proceso irán incluidas las inevitables sustituciones de equipos y componentes, respecto a aquellos que, a nuestra conveniencia, habíamos solicitado. Como consecuencia, el diálogo temprano entre ambas partes ayuda a establecer puntos comunes y solucionar de antemano muchas dificultades.

En la era digital en la que vivimos, donde es casi un milagro toparse una consola analógica, deberemos aprovechar una de las tantas excelencias que brindan las mesas digitales. Una vez que sabemos el modelo con que trabajaremos, vale la pena dedicar algunas horas en la tranquilidad de nuestro hogar a preparar la sesión con que se iniciará la prueba, utilizando el propio software editor—generalmente provisto gratuitamente por la firma de la consola. 

Ya ante la misma, tomará solo unos segundos cargar la sesión que hemos llevado en nuestro pendrive o en el teléfono, lo que nos economizará mucho tiempo de trabajo in situ. Incluso más si, previamente, enviamos por correo electrónico nuestro archivo al responsable técnico de la sala. Él se ocupará de montar nuestra sesión, y hasta corregir algún que otro detalle específico para adaptarla totalmente al sistema instalado en el recinto.

Si eres el técnico a cargo de la banda o compañía, te recomiendo no descartar nunca la posibilidad de visitar previamente la sala. En caso contrario, si eres el técnico de la sala, resulta provechoso ver antes materiales audiovisuales del espectáculo. En ambos casos podemos hacernos una idea más precisa de las posibilidades reales del espacio y del show, y conocer  el reto al que nos vamos a enfrentar. 

Si no conoces la sala y puedes asistir a una presentación con público, tendrás mucha suerte pues verás cómo se comporta el local a plenitud. Una sala vacía, como es habitual que esté durante la prueba de sonido, nunca se muestra como lo hace con público. Generalmente, una sala llena proporciona mayor absorción sonora que cuando está vacía, donde las superficies reflectantes como el piso y algunas paredes quedan al desnudo. 

Un error recurrente entre los técnicos está en pensar que cuando llegue el público sonará mejor. En ocasiones sucede así, pero no pocos locales se comportan de modo inusual y enfatizan radicalmente alguna zona espectral, atenuando otra. Esto destruirá el precioso balance que habías logrado durante el soundcheck. Por ello, es importante establecer una buena complicidad con el técnico anfitrión, a quien debemos consultar sin recato. A esa persona, tu colega,  debes dirigirte por su nombre, que averiguaste previamente y aprendiste de memoria para inspirar confianza y respeto. Su colaboración es siempre de gran ayuda, pues nos puede advertir sobre el comportamiento de la acústica del local en una u otra circunstancia. 

Ajustar la respuesta del sistema de sonido instalado en la sala debe asumirse  como una tarea tanto técnica como artística. Un analizador de espectro (RTA –Real Time Analizer), como equipo o aplicación de móvil, es una herramienta útil que proporciona información visual sobre las irregularidades en la respuesta de frecuencias del conjunto equipo-sala, para corregirlas mediante un ecualizador conectado a la mesa de sonido. Sin embargo, la percepción auditiva es más compleja, pues incorpora una parte subjetiva que un equipo es incapaz de interpretar y corregir. Para ello debemos valernos de nuestro oído y experiencia auditiva. Un truco está en reproducir un tema musical que conocemos muy bien, y que rápidamente nos revelará los puntos a modificar hasta lograr el balance tonal que conocemos. Aquellos que me conocen saben que estoy a cargo de un soundcheck al escuchar Un día de domingo en las voces de Gal Costa y Tim Maia, pues este tema me ha servido de patrón en los últimos 30 años. 

Aspectos para conseguir una mejor dinámica de trabajo durante el soundcheck

Llegar temprano al montaje es crucial si quieres garantizar que todo esté a tu gusto. Algo tan sencillo como demarcar la izquierda y derecha del escenario en dependencia de tu punto de referencia (el escenario o audiencia) puede traspolarse y convertirse en una grave confusión si no estás presente cuando comienza el montaje. Congas, toms, trompetas y miembros del coro colocados al revés de como lo previmos son problemas recurrentes. 

Contratiempos de este tipo conllevan pérdida de concentración y tiempo. Bajo la presión de los ansiosos músicos, puedes sentirte en un verdadero aprieto hasta llegar a bloquearte y ser incapaz de encontrar el fallo, que muchas veces está delante de tus ojos. Una vez solicitada la cooperación y paciencia de los artistas, la estrategia está en centrarse en solo un problema a la vez para ir decantando todas las posibles causas, siempre partiendo de la más simple. 

Igual sensación de confusión y estado de ansiedad crea, sobre todo en el técnico de la mezcla de monitores, que varios artistas expresen sus exigencias a la vez y de forma caótica. La ecuanimidad y capacidad para decantar las peticiones hasta complacer todas las necesidades individuales, son cualidades que deben acompañar a todo técnico. Para ello es primordial la complicidad y camaradería entre técnico y músicos. 

También el director del conjunto o espectáculo debe confiar sin recelo en el personal técnico que ha elegido, y que intentará dar lo mejor de sí. La presencia recurrente del director o del músico junto al técnico de sonido durante la prueba, suele generarle desconfianza e inseguridad a este último. Cada uno cumple un papel fundamental durante el espectáculo y se le debe permitir que desarrolle su capacidad de trabajo. Muchas veces el técnico está enfrascado en lograr determinado objetivo, y los comentarios o sugerencias del músico desvían inútilmente su atención hacia otro punto, al que quizás pretendía llegar después. No obstante, y sin contradecir lo antes expuesto, el técnico debe convertir al músico en su aliado durante el soundcheck, y contar con su criterio sin prejuicio. ¿Quién mejor que el intérprete para describir el resultado que quiere alcanzar? 

Existe una diferencia sustancial entre ensayo y prueba de sonido. El objetivo primordial del soundcheck no debería ser montar o ensayar canciones, sino ajustar el sonido y buscar el balance correcto de lo que se está interpretando. Sin embargo, es innegable que ningún músico tocará con la misma intensidad y sonoridad ante la petición del ingeniero para probar su instrumento frente al micrófono, que cuando está interpretando un fragmento durante un ensayo. Así que, si no crea conflicto, vale la pena durante la prueba aprovechar la ejecución de esa “canción que no acaba de salir bien”, a simplemente pedirle a cada uno que toque su instrumento.

Ya en acción

Debemos plantearnos de antemano cómo proceder  en la sala y el espectáculo que nos toca trabajar. Amplificación o reforzamiento sonoro son las dos posibles estrategias a utilizar. La primera, más radical, consiste en amplificar las fuentes sonoras en su totalidad y crear un balance entre ellas. Dicho de otro modo, en la sala predominará el sonido proveniente de los altavoces. 

El reforzamiento requiere quizás un poco más de pericia, pues se basa en amplificar solo lo necesario para obtener un balance entre el sonido proveniente del escenario, de los altavoces y de las reflexiones de las superficies de la sala, otorgándole a esta un mayor rol como elemento activo. No pocas veces sucede que lo que empezó siendo un reforzamiento sonoro en la prueba, termina en amplificación total durante el show, a causa de la radical variación de las condiciones acústicas cuando el público colma el local. Por tal motivo, es siempre recomendable trabajar la prueba de sonido creando una mezcla bien dinámica, pero dejando una reserva de volumen (headroom) para este tipo de situaciones.

Emplear tiempo excesivo en pulir al máximo los matices de la mezcla puede no ser tan útil como parece. Sin dudas, los detalles más sutiles son los primeros que sucumben ante los artificios de una sala con y sin público. Si hemos logrado llevar a buen término el ajuste de la sala, es muy probable que una correcta selección de micrófonos (modelo, cantidad —no siempre más es mejor—, y posicionamiento), facilite alcanzar un balance inicial satisfactorio sin demasiado esfuerzo ni excesivas operaciones en la consola. Una vez ganada esta parte de la batalla, podemos dedicar el tiempo que nos quede para afinar la mezcla. 

Si hay dos ingenieros a cargo del espectáculo (FOH –Front of the House o ingeniero de sala, y de monitores), la total complicidad entre ambos es clave para su éxito. Al final, la labor de uno incide en la calidad del trabajo del otro. No hay forma de aislar el sonido imperante en la sala, del secundario proveniente del escenario y viceversa, pero sí de tratar que uno complemente y enriquezca el otro, en vez de contaminarlo negativamente. 

Es impostergable, durante el inicio del soundcheck, la tarea conjunta de ambos técnicos para erradicar cualquier posibilidad de feedback (retroalimentación acústica en forma de desagradable pitido o estruendo); temido enemigo de todo sonidista, ante cuya aparición el público se gira impío hacia el técnico de sala, quien, culpable o no, implora que la tierra se abra y lo trague. 

Para buscar los posibles “puntos de feedback”, el técnico los provoca mediante un exceso de amplificación en diferentes posiciones. A su aparición localiza la frecuencia de la realimentación, ya sea gráficamente (mediante el mencionado RTA) como de forma auditiva. Si la agudeza del oído del técnico no le alcanza para detectar de qué frecuencia se trata, puede hacerlo pidiéndole a un músico (pianista preferentemente) que localice en su instrumento con qué nota coincide la realimentación. A partir de ella puede calcular la frecuencia —muy velozmente para que los músicos no se impacienten. Para este cálculo puede utilizar una tabla de correspondencia nota-frecuencia, muy fácil de construir si tiene en cuenta que la frecuencia de la nota A central es 440 Hz, y a partir de ella utilizando el múltiplo 1.06 para cada nota consecutiva. 

Es conocido el mito de que una prueba de sonido exitosa es augurio de un pésimo show. Por lo que les deseo: ¡un trabajoso y complejo soundcheck, seguido de un excelente concierto!

Alfonso Peña Ingeniero de sonido cubano con más de 30 años de experiencia en la industria musical cubana. Textos suyos y algunos ejemplos de sus contribuciones profesionales pueden consultarse en su blog https://piprofessionalaudio.home.blog/ Más publicaciones

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  1. Rene Rafael Esquivel Sarria. dice:

    !!!Excelente ,profesional y sencillo Artículo!!!

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