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Reseñas Sin comentarios / Adonis y Osain del Monte

Sin comentarios / Adonis y Osain del Monte

Quien acostumbra a escuchar buena rumba se ve obligado a regresar a ese movimiento de pies marcando la clave, a ese vaivén rítmico de los hombros, pero sobre todo, a la energía que dentro del cuerpo se agita. Spoiler alert: esa vibración que el estudioso intenta contener en posición atenta de escucha puede perdurar días cuando se trata del nuevo disco de Adonis y Osain del Monte.

Licenciado por el sello Egrem y recién estrenado en marzo del presente año, Sin comentarios habla por sí solo. En materia de rumba, cuando se lleva sentimiento sobran explicaciones. Labor difícil entonces la de traducir a palabras la riqueza musical que solo pudiera compararse con el monte profundo del orisha que les nombra. Sin necesidad de presentación, esta reseña no es más que la invitación al encuentro con una pura y actualizada descarga rumbera.

Para empezar, la tierra tembló cuando los tambores de Osain acompañaron a Alexander Abreu. En medio de una guerra por mayor justicia racial nació un tema como Raza, timba feroz que emergió en respuesta emancipadora. 

Resultado de la feliz alianza, este fonograma cuenta con el rol de Alexander Abreu como productor musical junto a Adonis Panter en la dirección y arreglos musicales. El elenco artístico se enriquece con la presencia de Alain Pérez, Emilio Frías (El Niño), Rodney Barreto y Eduardo Sandoval. Este equipo, hermanado en pensamiento musical al propio Adonis, halla su máxima expresión en el arreglo final de Sin Comentarios.

Compuesto por diez temas y un bonus track, desde la primera escucha impacta por la madurez técnica mientras diversos géneros de la música popular cubana se ponen en función de acompañar a la rumba —cuando generalmente sucede lo contrario—. De esta manera, el mensaje puede abrazar a un público que no es netamente rumbero, y además llevar ese decir-sentir de resistencia hacia un alter (“los comentaristas que hablan y hablan”) que ha marcado, marginado o deslegitimado la esencia popular de la rumba cubana. Si bien permanece el estilo propio de Osain del Monte, se percibe una continuación ascendente con un alto grado de elaboración respecto a su primer disco, Pal monte (Egrem, 2015). La coherencia en la línea dramatúrgica se concibe en paralelo en ambas producciones, al organizar los temas de forma que exista una gran variedad de matices. Sin comentarios / Adonis y Osain del Monte

El reto de encontrar algo nuevo que decir alcanza su culmen en la versión de un tema que ha sido recurrente en el repertorio rumbero. En este caso, El Necio (Silvio Rodríguez) hace un recorrido folclórico con la introducción de batás con toque de Oyá, seguido por el de abakuá en las tumbadoras, para virarse a guaguancó y terminar en timba. El mano a mano de Alexander con Adonis y toda la carga semántica del texto de Silvio hacen del arreglo una introducción contundente, la puerta que abre y anuncia un universo tan infinito como las cuentas del idde yoruba. 

Desde este primer momento, se defiende el concepto que ha ido desarrollando la agrupación: la rumba es un espectáculo multicolor acrisolado en el intercambio y fusión de elementos de la música popular y en las constantes reelaboraciones de los componentes músico-expresivos de la herencia afrocubana, decantados en la polirritmia de las variantes tradicionales yambú, columbia y guaguancó. Dicho esto, podemos pasar al tema Al Padrino, cuya introducción es un rezo del Palo Monte de la rama de Santo Cristo del Buen Viaje, acompañado por una recreación del propio toque de palo, que conduce a los golpes del cajón espiritual y la rumba.

La sonoridad hispana está al centro del disco con El abrazo. La escuela de Paco de Lucía resumida en la guitarra de Alain Pérez y el cajón flamenco llevan a la canción hacia otra cadencia para refrescar la rumba. En tanto, Sin comentarios y Se explotó el ebbó presentan otras combinaciones rítmicas propias de la timba y la conga, que le confieren ese carácter de festejo popular en el típico mediodía del Callejón de Hamel.

Homenaje es ese canto engendrado en la esencia misma de la vida, así como lo expresa el experimentado rumbero en su sabiduría natural. Los Muñequitos y Afrocuba de Matanzas, Clave y Guaguancó, Yoruba Andabo y Los Papines son cinco pilares que nutren el imaginario sonoro de ese rumbero. Así, los coros que han popularizado dichas agrupaciones aparecen entrelazados en un tema de guaguancó que rinde honores al género. En esa misma variante, Popurrí agrupa temas muy notorios dentro del repertorio de rumba, algunos como Oye Paula popularizado en la voz de Juan de Dios Ramos, y Hondos Dolores compuesto por Gonzalo Asencio.

La creatividad de Osain del Monte mucho debe a la estrategia vocal y composicional de Rubén Bulnes. Por sus arterias fluye el legado de Raíces Profundas y Clave y Guaguancó, en la manera de enunciar el canto Juan de Dios y la organización del proceso creativo de Amado Dedeu. Cuatro de los temas compuestos para el álbum son de la autoría de Rubén: Sin comentarios, El abrazo, Homenaje y Al Padrino. Basta citar la diana de la columbia en ese constante floreo del canto que es el “llorao”, para encontrar un sello distintivo en el timbre de su voz. También la tesitura de David Abreu (Aspirina) y Maykel Falcón, junto a Damaris Driggs y Jorge Enrique Salazar en los coros, conforma el acordeón que se extiende con excelente balance, uso de la armonía y afinación. 

Para Adonis Panter, la tumbadora nace de un árbol y el cuero viene del animal. Cuero, árbol y cuerpo humano se fusionan en la fuerza que proviene de la cosmovisión afrocubana y deriva en la rumba. Así, cuando Adonis toca, empieza a fantasear con los golpes que le conectan a los secretos de sus ancestros, en una forma de recrear la tradición familiar y el folclor. Homenaje y Columbia son una muestra de que en manos del percusionista, el quinto es un instrumento solista con la capacidad de acompañar y guiar a la vez. La “timba cerrada” del conjunto instrumental la completan Bárbaro Crespo (Machito), Ramón Tamayo, Luis Raides Díaz (El Croque) e Israel Borrero (Tito). 

Para los vecinos de El Juanelo y demás barrios habaneros, para Natividad Calderón y los muchachos de Echu Alabboni, los columbianos de la diáspora y el padrino Ahmed, las instituciones de la rumba, el estudioso que como fiel bailador deja llevar su cuerpo con esta nueva clave, y sobre todo, para los buenos “comentaristas”, los que siguen la mesura y cadencia del género: aquí están de nuevo Adonis y Osain del Monte. Sin Comentarios trae la espesura y ancestralidad del monte afrocubano, trae la rumba limpia y vigorosa como palo yaya, abriendo camino al encierro de estos días, porque es palo vencedor.

¡Ashé Osain, moguayé!

Escucha Sin comentarios acá.

Roxana Coz Musicóloga de clave con la cuchara y pianista acompañante de clarino barroco. Responsable de niño melómano. Siempre pierde los audífonos. Más publicaciones

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