
Quince discos cincuentenarios de la Egrem
En esta década que casi termina han cumplido 50 años un grupo de discos memorables grabados en los Estudios Areito de la Egrem. Desafortunadamente, estos aniversarios han pasado inadvertidos y poco se ha recordado todo lo que significaron estos álbumes en una década tan interesante y única como los años 60 del pasado siglo. Hablamos específicamente de fonogramas grabados entre 1961 y 1969.
Desde las primeras grabaciones de artistas como Chucho Valdés o Los Zafiros, hasta la entrada en escena del ritmo mozambique con Pello El Afrokán, pasando por la huella que dejaron artistas como Elena Burke, Celeste Mendoza o el Cuarteto de Meme Solís —por citar solo tres de ellos—, el número de grabaciones importantes, por diversas razones, es realmente significativo.
No pretendemos hacer una lista terminada o excluyente de lo que consideramos sean los mejores discos de esta etapa. Solo buscamos que al exponer y recordar parte de ellos, no perdamos de vista que el disco en sí es más que un soporte musical, es también documento y memoria, al que se debe regresar siempre en algún momento de nuestras vidas.
A continuación, les presentamos una selección de 15 fonogramas representativos de diversos géneros y artistas que hicieron significativos aportes a nuestra cultura.

Portada del álbum Gina canta en el Capri.
Gina canta en el Capri, de Gina León (INC-1011)
Grabado en 1962 para el sello Imprenta Nacional y con fotografía de Alberto Korda, refleja lo que significó el show de esta artista en el hotel Capri de El Vedado habanero, en el que llegó a adueñarse totalmente de ese escenario. Aléjate puede decirse que fue el hit por excelencia que marcó a esta artista y a este disco.

Portada del álbum Grupo Cubano de Música Moderna.
Grupo Cubano de Música Moderna, de Frank Emilio, Tata Güines, Papito Hernández, Gustavo Tamayo, Guillermo Barreto y Roberto Valdés (LD-3103)
Una suerte de todos estrellas: Frank Emilio (piano), Tata Güines (tumbadoras), Papito Hernández (bajo), Gustavo Tamayo (güiro), Guillermo Barreto (drums) y Roberto Valdés (bongó). Contiene éxitos como Scherezada cha cha cha. Grabado en 1962, el disco es una suerte de “descarga” en la misma órbita de Cachao y sus descargas cubanas, más allá de los músicos en común entre ambos proyectos.

Portada del álbum Otro amanecer.
Otro amanecer, del Cuarteto de Meme Solís (LD-3188)
Si por algo se recuerda a los años 60 en Cuba es por ser la época dorada de los cuartetos vocales. Una vez más no importa que el formato o cierta moda nos llegue por influencia foránea; músicos como Meme Solís son capaces de apropiarse de múltiples códigos, sin importar su origen, y traernos de vuelta una expresión tan cubana como hermosamente compleja. El cuarteto Los Meme: una nueva manera de armonizar cuatro voces llevado a un peldaño superior.

Portada del álbum Música de Cuba.
Música de Cuba, de Los Van Van (LD-3320)
El comienzo de una leyenda que llega hasta la actualidad. Este primer álbum de Los Van Van puede ser visto como una de las puertas de entrada a la revolución musical de los 70 en la Isla. A pesar de haber transcurrido cinco décadas, en este disco habitan los planteamientos conceptuales desplegados por Juan Formell con sus músicos, que se desdoblarían a través de todos estos años, al mismo tiempo que mantendrían una asombrosa coherencia y una capacidad permanente de renovación.

Portada del álbum La Guarapachanga.
La Guarapachanga, del Conjunto Chappottín y sus Estrellas (LD-3126)
Aunque el esplendor de los conjuntos transcurrió durante los años 40 y 50 , El Conjunto Chappottín aún gozaba de gran popularidad y demanda en los bailables populares de la década de los 60. La Guarapachanga, Camina y prende el fogón y Quítate el chaquetón quedarían con seguridad como piezas de las más bailadas en estos años. En las voces participaron Miguelito Cuní, Conrado Cepero y Udaberto Fresneda.

Portada del álbum José A. Méndez.
José A. Méndez, de José Antonio Méndez y el combo de Frank Emilio (LD-3136)
Una combinación de lujo. Si la década de los 60 es la consumación plena del filin, ahora ya nada impediría al “King”, ya de vuelta a La Habana, combinarse con dos monstruos como Frank Emilio y Rafael Somavilla, el primero con su combo y el segundo dirigiendo, como en otras tantas ocasiones, una orquesta de cuerdas y jazz.

Portada del álbum Elena.
Elena, de Elena Burke (LD-3297)
Grabado en 1968 con el acompañamiento de la Orquesta Cubana de Música Moderna y bajo la dirección de Rafael Somavilla, este es uno de los discos más emblemáticos de Elena Burke. No obstante ser una intérprete ya establecida para ese entonces, la Señora Sentimiento decidió grabar seis temas (de los 12 que posee el álbum) de la autoría de Juan Formell, a quien ya reconocería, con toda su juventud, como un gran compositor. De mis recuerdos y Lo material no solo conforman el cancionero cubano sino que forman parte del repertorio de numerosos intérpretes actuales.

Portada del álbum Aquí, el guaguancó.
Aquí, el guaguancó, de Celeste Mendoza (LD-3174)
Con el acompañamiento de la Orquesta de Jazz —dirigida por Rafael Somavilla y Roberto Puentes— y el Coro Cubano Folclórico de Guaguancó, este disco, grabado en 1965, reafirmaba a Celeste Mendoza en su imperio del guaguancó. Dos composiciones de Ignacio Piñeiro sobresaldrían en este fonograma: Papá Oggún y Sobre una tumba una rumba.

Portada del álbum Los Zafiros.
Los Zafiros, de Los Zafiros (LD- 3118)
Grabado en el año 1963 bajo la dirección de Néstor Milí, es el primer LD del cuarteto. Tan solo La caminadora y Hermosa Habana hubieran bastado para dejar una huella, pero lo de Los Zafiros fue un arrase de popularidad. Junto al cuarteto de Meme Solís fueron los más populares en este formato durante la etapa.

Portada del álbum Pianoforte I.
Pianoforte I, de Adolfo Guzmán, Frank Emilio y Pedro Justiz (LD-3142); y II, de Chucho Valdés, Felo Bergaza y Rafael Somavilla (LD-3186)
Se reúnen aquí los pesos pesados del piano. En el primero concurren Adolfo Guzmán, Frank Emilio y Pedro Justiz (Peruchín), mientras que en el segundo lo hacen Chucho Valdés, Felo Bergaza y Rafael Somavilla. Diferentes estilos, diferentes personalidades que aquí se expresan de diversas maneras a través de la interpretación, la composición y los arreglos.

Portada del álbum Descarga.
Descarga, de Jesús Valdés y su Combo I y II (LD-3146 y LD-3163)
Los primeros LDs de Chucho Valdés, ya considerado en aquel entonces un fenómeno musical con tan solo 23 años. El segundo contiene la primera grabación de Mambo influenciado. Ambos abrirían las puertas a la explosión ulterior que sería el fenómeno Irakere.

Portada del disco Arrímate pa’ cá.
Arrímate pa’ cá, de Juanito Márquez y su combo (LD-3154)
Gran músico y orquestador, Juanito Márquez nos legó un disco precioso con arreglos de mucha sutileza, concebido desde la guitarra y para la misma. Se dice que el nombre del ritmo pa’ cá se debe al tema que da título a este mismo disco y que, junto al pilón, dengue y mozambique, colorearon las pistas y los pies de los bailadores de la década. Contiene una hermosa versión de La comparsa, además de Llavimaso, que no es más que Somavilla, el apellido de otro grande pero con las sílabas en orden inverso.

Portada del álbum de la Orquesta Aragón.
Orquesta Aragón, de la Orquesta Aragón (LD-3183)
El primer disco hecho por la Egrem a la “Charanga Eterna”. Más allá de la excelencia indiscutible de la Aragón, podemos decir que LDs como este ostentaron diseños artísticos de portadas que elevaron el concepto del mismo a niveles sin precedentes, dado que anteriormente e incluso posterior a esta década de los 60 , se limitarían a una fotografía, simple denotación del intérprete o algún contexto sencillo. El diseño de este LD corrió a cargo de Roberto Quintana, quien también realizó los de Jesús Valdés y su Combo. Temas populares de este disco fueron: Calle 22, Arrímate pa’ cá y Caserita villareña.

Portada del álbum Guapachá, el mejor.
Guapachá, el mejor, de Amado Borcelá (LD-3171)
Uno de los grandes mitos de la música cubana: Amado Borcelá (Guapachá). Musicalidad desbordante, gritos, scat, onomatopeyas. El universo del bop instalado en un cubano con una voz muy autóctona. No ha existido en la Isla un scateador igual. Como LD solo quedó este grabado. Le acompañó en el mismo el combo de Chucho Valdés.

Portada del álbum Mozambique.
Mozambique, de Pello El Afrokán (LD-3187)
Polémicos los 60, polémico el mozambique. Es el disco de María Caracoles, el tema por excelencia del género. Era inevitable que este ritmo se ganara el favor popular: el atractivo de una batería de tambores sin escatimar en ejecutantes, el éxtasis de los cueros, modelos-bailarinas estilizadas; durante los 60 todo se podía mezclar, más allá de la música. Todo llegó a ser mozambique.
¡Qué lista impresionante! 😮
Ojalá pudiéramos tener acceso a escuchar estas obras en formato digital. Es demasiada cultura como para dejarla pasar.
¡Excelente artículo, sigan así! 👏