
Playlist: Había una vez
La literatura, el cine, la televisión, los videojuegos, incluso las leyendas populares, dejan una estela de personajes ficticios que cohabitan nostalgias y, también, canciones. Muchas veces esos seres, creados por mentes brillantes repletas de universos exquisitos, viajan a través de nuestras vidas y se transforman en otra cosa. En música, quizás.
Hoy en Magazine AM:PM nos hemos vestido de tiernes y armamos una playlist donde saltan a cada rato aquellas historias de la infancia —otras no tanto— que nos enseñaron a amar la ficción, o lo que es más importante: a soñar. Les músiques cubanes abrazan a sus personajes favoritos y los ponen a retozar al compás de la música, en ocasiones reconfigurando sus narrativas, significados, su devenir. Hay algunos clásicos aquí; también otras sorpresas. Pero no lo dilatemos más, dediquémonos a escuchar.
La novia de Superman / Compositor: José Luis Medina; Intérprete: Habana Abierta
La fiera de la peña, la que sueña con Central Park y pesca ilusiones en las costas, ella. Es el tercer track de Boomerang (Calle54 Records, 2006), en el que José Luis Medina y el resto de la banda le ponen sabrosura a una historia que es también de nostalgias y separaciones. La novia de Superman baila para olvidar todo eso, y quizás todes deberíamos imitarla. Déjenla que reine, por favor, a ver si cambian las leyes.
Los muñecos / Ignacio Cervantes; versión Ernán López-Nussa
Probablemente una de las mejores versiones que se han hecho y tocado de esta alegre danza de Ignacio Cervantes es la que arregló Ernán y que su sobrino Harold suele ejecutar con frecuencia en sus conciertos. Aparentemente sencilla, tiene unos interesantes elementos rítmicos y contrapuntos con los que consigue ser una de las obras que te hablan al oído de esa categoría inasible que es la cubanidad. Hay quienes dicen que, cuando escuchan a cualquiera de los pianistas López- Nussa, “ven” a esos muñecos que bailan, movidos por los hilos invisibles de un titiritero.
Alí Baba / Compositor: Ernesto Lecuona; Intérprete: Rita Montaner
De la opereta cómica La Guaracha Musulmana —estrenada en la década del 30 en el Teatro Principal de la Comedia de La Habana, con letra de Gustavo Sánchez Galarraga y música de Ernesto Lecuona—, Rita le canta aquí a un Alí Babá “criollo” al que le dice: “tu negra está loquita por tus amores, mi moro lindo del corazón”. El apócrifo jefe de los 40 ladrones se niega a llevarla para el Oriente, porque no quiere irse de Cuba.
Sherezada cha cha cha / Piloto y Vera
La dupla más prolífica y exitosa de la composición cubana escribió este tema que abre el álbum Grupo Cubano de Música Moderna (Panart —nacionalizada—, 1962), del todos estrellas que armara el pianista Frank Emilio Flynn junto a Tata Güines (tumbadoras), Papito Hernández (bajo), Gustavo Tamayo (güiro), Guillermo Barreto (drums) y Roberto Valdés (bongó). Más que a la mítica princesa de Las mil y una noches, Sherezada… es una sabrosa descarga en tiempo de chachachá alegórica al también mítico club ubicado en el edificio Focsa, uno de los tantos antros que hicieron legendaria a la noche habanera.
Aladino / Orquesta Aragón
Con letra del poeta y compositor de tangos Julio Camilloni y música de Rafael Farías Cabanillas, esta versión de la Orquesta Aragón, como era de esperar, suena en tiempo de chachachá. Un niño sueña con tener la lámpara de Aladino para resolver todas esas fantasías y problemas que se le presentan, desde tener un hermanito hasta salir bien en un examen, salvar a la madre enferma de un amigo o meterse en un cine sin pagar.
Volando hacia la luna / Gerardo Alfonso
Un pequeño ensayo sobre la cara oculta de la luna y de las almas; un vampiro que “parece noble por la forma en que te mira y que te habla”; una canción con una poética que a primera vista pudiera sentirse oscura y fantasmal pero que en realidad resulta de una claridad asombrosa. Un autor con un dardo muy profundo, una vocación sociológica a través de la poesía, una guitarra y una voz que saben dibujar la noche y el frío. Los vampiros están por todas partes.
Pinocho / José Fajardo and His Cuban All Stars
Otra de las canciones infantiles de Julio Camilloni y Rafael Farías Cabanillas que viajaron por el mundo, aquí versionada por otra charanga, la de José Antonio Fajardo y también en tiempo de chachachá. Pinocho malherido llega al hospital de los muñecos y para mayor complicación su sobrevivencia depende de que le presten un corazón. Un hada protectora siempre tiene la solución.
Patico feo / Compositor: Vanito Brown; Intérpretes: Gema y Pavel
Quiso la suerte que el dúo Gema y Pavel encontrara en Vanito Brown a uno de sus compositores imprescindibles. Dicen que esta es la mejor versión que se ha hecho de esta canción, que la voz de Gema es —una vez más— para enamorarse. Lo cierto es que cuando la cantante dice: “Yo debo estar feliz y estoy llorando”, el mundo exterior desaparece. Solo existe su voz, la guitarra de Pavel y la historia de este peculiar Patico feo y su Cenicienta.
Sinuhé / Silvio Rodríguez
Hasta cuando canta sobre la guerra, Silvio es hermoso. En Sinuhé, canción del álbum Cita con ángeles (Ojalá, 2003) no solo hace referencia al protagonista de la popular novela Sinuhé, el egipcio del finlandés Mika Waltari, sino a personajes de Las mil y una noches para denunciar en sus versos las atrocidades de la guerra: “Algo debiera embrujar los misiles / Alguien debiera hacer estallar / El hongo de los derechos civiles / De los fantasmas que pueblan Bagdad”.
Vamos corazón (Balada para Mario Conde) / Buena Fe
De su álbum Presagios (Egrem, 2006), la canción está inspirada, tal como su subtítulo indica, en el personaje más recurrente en la obra literaria del escritor Leonardo Padura. Israel Rojas ha confesado: “Mario Conde alguna vez habitó dentro de mí y de vez en cuando se asoma”. Probablemente en aquellos momentos en que su habitual optimismo y seguridad lo abandonan, el compositor “recuerda aquel consejo extraño: cambia el suelo cada diez años”.
Momo / Migue de la Rosa
Los hombres grises, que fuman sin parar cigarros hechos de flores horarias, roban el tiempo. El tiempo de la humanidad. Ahí, en esa metáfora surrealista donde la vida se torna estéril, Momo tiene el don de escuchar. Las horas regresan, inevitablemente, gracias a ella. Esa es la historia que nos consumió alguna vez cuando entramos al maravilloso universo creado por el alemán Michael Ende y que ahora llega en forma de música. Hay canciones que saben transportarnos a los libros que amamos; esta es una de ellas. Porque cuando Migue canta: “Momo: le llamaron las flores del lugar / Momo: que magia tiene el mundo donde vas / Momo, cómo llegará, mi sueño”, une siente que vuelve a devorar esas páginas. Vamos a morir hoy, aquí. Como en la novela de Ende, pero en esta canción.
Carta de un niño cubano a Harry Potter / Frank Delgado
Mira, Harry Potter —le escribe Frank-niño—, si quieres saber lo que es magia de verdad, llégate a La Habana, olvídate de Hogwarts y conoce a les maestres emergentes («que no saben ná, pero cuentan»), y de paso trae contigo a J.K. Rowling, para que escriba sobre el acto mágico de sobrevivir. Que eso no deja secuelas.
Matojo ya creció / Adrián Berazaín
Matojo, el mítico personaje de Manuel Lamar Cuervo, Lillo, que saltó de la historieta al cine de animación, es el protagonista de este tema de Adrián Berazaín que aparece en su álbum Como los locos (Bis Music, 2010). El niño de la archiconocida frase “un nadador, necesitamos un nadador” aparece acá como el pretexto que el cantautor utiliza para hablar de la infancia pasada y los desafíos y las frustraciones de la vida —a veces poco placentera— que aparecen con la madurez.
Don Quijote / Raúl Torres
Dedicada al más universal de los personajes de ficción que ha dado la lengua española —con menciones para Sancho Panza, Rocinante y un featuring bastante gratuito de Mickey Mouse—, la canción habla, como no puede ser de otro modo, de les cuerdes que parecen loques y luchan sin denuedo allí donde otres abandonan y se acomodan. “Mientras más molinos y gigantes, habrá más Quijotes rumbo al Sol”, cantaba Torres en este track del disco Maqueta de Platino (2006), el último que grabó en España.
Mickey y Mallory / Santiago Feliú
Para esta canción del álbum Futuro Inmediato (Bis Music, 1999), Santiago se inspiró en los personajes del filme Natural Born Killers, de Oliver Stone, dos asesinos despiadados que no son más que un producto de la sociedad corrupta y violenta. Mickey y Mallory buscan opciones a finales de los 90, donde nadie es inocente, donde nadie tiene soluciones ni héroes definidos. Muerte y amor, nada más les vale.
Guillermo Tell / Carlos Varela
Utilizando como premisa la leyenda de Guillermo Tell, Carlos Varela movió el foco de atención del guerrero suizo hacia su hijo, quien piensa que ya es hora de que la ballesta y el gesto heroico cambien de mano. Con este tema, el primero de la cara B del álbum Jalisco Park (Eligeme Discos, 1989), el cantautor cubano tuvo varios aciertos: la síntesis y el hecho de que se aleja de cualquier tipo de localismo o referencia temporal permiten que sea no solo una excelente metáfora del relevo generacional en la política y la sociedad cubanas de la época, sino que se haya convertido en un himno para les jóvenes de cualquier tiempo.
Balada de Elpidio Valdés / Silvio Rodríguez
No hay (y probablemente no habrá) un personaje ficticio tan carismático y querido por el pueblo cubano como Elpidio Valdés. Juan Padrón nos regaló una figura que amamos grandes y chiques, un tipo entrañable con el que cargamos por el resto de nuestras vidas. A ese patriota sin igual está dedicada esta canción, un tema que escribiera Silvio Rodríguez en sus días del Grupo de Experimentación Sonora del Icaic, a petición de Padrón. Difícilmente exista une cubane nacido después de los 70 que escuche esta canción sin que algo se despierte en él. (Dato curioso: no es una balada, es un son, sereno pero bravo, y lo grabó Silvio con un marimbulero de Cayo Hueso).
Salí de mi casa un día / Compositor: Francis del Río; Intérprete: Interactivo
Toda la picardía de Francis del Río se desborda en este tema que aparece en el álbum Cubanos por el Mundo (Bis Music, 2010), de Interactivo. Jana —el personaje creado por Edgar Rice Burroughs en su serie Tarzán de los monos— se mudó de la selva para La Habana y se le aparece al compositor una y otra vez por las calles de la ciudad. Él, sumergido en un sueño extraño, se siente King Kong, un príncipe africano; mientras el sonido inconfundible de les chiques de Roberto Carcassés nos pone a bailar.
La Cenicienta / Eddie K feat. El Mola
En este tema de su disco Cuban Style (Retrahtos Inc., 2011) Eddy K se apropia, en colaboración con El Mola, de la fábula de la Cenicienta para celebrar a esa muchacha que en todo su esplendor se adueña de la noche y desaparece sin dejar rastro. Una escucha atenta de la canción (algo que por demás casi nadie haría, tratándose de una canción para el perreo) nos permite sospechar que tras esa celebración socarrona y machista, lo que hay es una mezcla de frustración y admiración por lo libre que es esa mujer. Ivy Queen estaría orgullosa de ella.
La caperucita / Clan 537
Baby Lores e Insurrecto se dibujaron una segunda parte del cuento de la Caperucita Roja y decidieron que —como las segundas partes no son buenas— debía ser contada por el lobo. El lobo que sobrevivió al cazador y decidió irse del bosque toma revancha de una Caperucita ya menos inocente y más temeraria. Lo que pareciera constituir una vulgarización del cuento legendario aquí se resignifica no obstante a lo descarnado del mensaje y al cambio de narrador. Definitivamente, Caperucita Roja terminó edulcorándose para ser contado a los niños, pero el mensaje de contenido erótico-sexual, la pubertad y hasta la pederastia, difícilmente abandonaran a esta historia, por mucho que la sociedad se empeñe.