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Escena Musical Ilustración: Mayo Bous Ilustración: Mayo Bous

Pequeño mapa de la electrónica en Cuba

La historia de la música electrónica en Cuba puede verse como una carrera de resistencia. Los orígenes de las primeras producciones relacionadas con el género hay que buscarlos en la década del 60 del siglo pasado, cuando el compositor cubano Juan Blanco comenzó a experimentar con los sonidos electroacústicos, una tarea a la que se sumarían más tarde músicos de la talla de Leo Brouwer, Manuel Duchesne Cuzán, Carlos Fariñas y Edesio Alejandro.

Ilustración: Mayo Bous.

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Como en el resto del mundo, las maneras de hacer música con máquinas evolucionaron en Cuba a la par de las tecnologías al uso. De lo electroacústico se pasó a lo electrónico, y de músicos haciendo sonidos experimentales surgieron los DJs tal como los conocemos hoy. En el panorama cubano jugó un papel decisivo la creación en 1979 del Laboratorio Nacional de Música Electroacústica, institución que hasta nuestros días se encarga de agrupar a los artistas que producen música mediante el arte del Djing, así como de formar nuevos DJs.

Ilustración: Mayo Bous.

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Como en casi todos los demás aspectos de nuestra sociedad, los años 90 fueron un momento de cambio en la música cubana. La Habana comenzó a ganar una fuerza cada vez mayor como epicentro de la música electrónica, a pesar de la falta de recursos (recuérdese que este género depende casi completamente de la disponibilidad de equipamiento electrónico). Durante esa década el papel del DJ ganó un mayor reconocimiento; su trabajo como artista underground se vinculó en muchos casos al de músicos de gran fuerza por entonces, provenientes de géneros como como el rap, el rock y la música urbana en general. Este es el caso de referentes actuales de la electrónica cubana como DJ Dark o BJoyce, que además de trabajar en solitario formaron parte de la banda de rap Doble Filo, por solo citar un ejemplo.

Ilustración: Mayo Bous.

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En los 90 también comenzó la práctica de realizar fiestas de manera sistemática, casi siempre privadas, en las que un número creciente de jóvenes se acercaba a la música electrónica y se fomentaba toda una cultura alrededor del género, desde formas de vestir y comportarse hasta una filosofía de vida. Entre los hitos de la historia de la electrónica en Cuba se cuenta la aparición a fines de los 90 del Festival Rotilla, uno de los primeros espacios masivos dedicado casi exclusivamente a la difusión de dicha música. De aquel legendario evento queda hoy la versión que supone el festival Verano en Jibacoa, que sin embargo no goza de la misma fama entre los seguidores del género.

Con la llegada del siglo XXI la electrónica se expandió con rapidez en el gusto de los más jóvenes y empezó a ganar espacio en programas televisivos como Lucas y Cuerda Viva. Surgieron nuevos festivales como Proelectrónica, comandado por la DJ Iliam Suárez, o como el más reciente Festival Eyeife; junto a espacios para el Djing en bares y sitios públicos como el parque Villalón, en el Vedado.

En la actualidad un buen número de DJs se agrupa en proyectos que casi siempre están determinados por los géneros que tocan, tal es el caso de Different Age, Analógica o Mystique, por solo citar algunos. Han surgido sellos independientes para la electrónica “hecha en Cuba”, entre los que destacan los nombres de Abstraction y Econ Techno. La electrónica cubana se ha enriquecido y diversificado, entre otras cosas, por la presencia creciente de DJs internacionales en escenarios cubanos, como los influyentes Chus & Ceballos y Major Lazer.

Aunque el epicentro de la cultura electrónica en el país sigue siendo La Habana, podemos encontrar hoy música electrónica en casi todas las provincias. Especialmente en Holguín, el proyecto Electrozona ha impulsado eventos de relevancia para el género como las Electroromerías y el Festival Stereo G, encuentros anuales que ya son imprescindibles para la difusión de las producciones de los DJs noveles y consagrados de la Isla.

Ilustración: Mayo Bous.

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Cabe destacar que la fuerza del movimiento en el país ha traspasado las fronteras nacionales. Varios productores cubanos son invitados a presentarse en algunos de los mejores escenarios de la electrónica a nivel mundial. Así lo confirma la presencia de Iván Lejardi y DJoy de Cuba en los clubes Cielo y Output, de Nueva York, respectivamente, sitios que son templos de la electrónica a nivel mundial. Más de un DJ cubano ha firmado con importantes disqueras, participa en Festivales internacionales y es reconocido por revistas especializadas. Para hacernos una idea del alcance internacional de los DJs de la Isla, en 2016, la sección Thump de la revista VICE, dedicada a la electrónica, reconoció a Wichy de Vedado, DJigüe, PAUZA, DJoy de Cuba, DJ Thellus y Dvazz Brothers como «artistas prominentes del panorama cultural del país». Ese mismo año, DJoy de Cuba formó parte del line up del festival francés de música electrónica N.A.M.E, compartiendo escena con artistas de la talla de Ellen Allien, quien luego tocaría en La Habana invitada por el cubano. Y el pasado enero, el DJ productor cubano Hioll (antes conocido como César M) publicó un álbum bajo el sello Tentacles Recording.

Ilustración: Mayo Bous.

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Los subgéneros

Tras años de desarrollo de la electrónica en el país, hoy resulta imposible sintetizar la diversidad de trabajos de los DJs cubanos bajo el simple término de “electrónica”, sino que debe hablarse de subgéneros.

Cualquier fin de semana en La Habana, podemos encontrar diversas propuestas de fiestas electrónicas, marcadas sobre todo por lo “underground”, o simplemente “under”, como se suele llamar a este tipo de eventos cuyos protagonistas son el DJ, las luces y un ambiente “light”.

Las discusiones entre DJs productores y fanáticos sobre cuáles son los mejores ritmos y qué es “comercial” o “underground” son casi interminables. A grandes rasgos, los bandos se dividen entre “el comercio” y lo “under”, pero en su interior el asunto es mucho más complicado. Los eventos marcados por la estética de lo “underground” no siempre se promocionan públicamente. El punto consiste precisamente en que solo la “gente correcta” (los que de verdad “le descargan” a la electrónica) puedan llegarse. A primera vista puede parecer injusto, pero se vuelve una técnica efectiva para propiciar el mejor ambiente.

Aunque entre los DJs/productores del patio podemos encontrar composiciones de casi cualquier subgénero de los que abarcan los tracks hechos por máquinas a nivel mundial, podemos identificar dos grupos esenciales.

Primero, las sonoridades más comerciales del EDM (Electronic Dance Music) o simplemente Dance. En este subgénero se agrupa lo más ‘bailable” de la electrónica, como ya su nombre lo sugiere. Los temas más cerca del pop y otros sonidos de moda son conocidos como música “comercial” entre los seguidores de la electrónica.

Una de las principales plazas del Dance, tal vez la principal, son las noches de SARAO Night Club en los Jardines y en el Salón Rosado de la Tropical, donde cada fin de semana se reúnen cientos de jóvenes a saltar y gritar al ritmo de esta música. Cabe señalar que en las noches de SARAO también tocan DJs de otros subgéneros: el Dubstep —gracias a la furia por Skrillex, quien lo insertó en los audífonos cubanos— es muy aplaudido y el Trap, a pesar de su variante reguetonera que le ha creado muchos detractores, es otro género del EDM que no falta. Sin embargo, la música “comercial” es lo más esperado en La Tropical y el DJ Iván Lejardi el rey de la noche.

Ilustración: Mayo Bous.

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Dentro de lo conocido como “Under”, que entre sus seguidores viene siendo lo contrario a “lo comercial”, podemos encontrar divisiones cuyos límites muchas veces terminan difuminándose con facilidad.

Para ejemplo vale mirar el House, cuyo espectro incluye variaciones como el Afro House o el Latin House, que a partir de los ritmos que utilizan se mueven sobre lo bailable, y otras como el Deep House, el Tech house y el House Progressive, con composiciones con una onda más “oscura”.

Las fiestas que organizan las DJs de PAUZA (Paula Fernández y Zahira Sánchez) combinan algunas de las diferentes variantes del House, y las sonoridades más movidas del EDM en general, para regalar noches muy agitadas en lo que han dado en llamar Pauza´s Party.

Ilustración: Mayo Bous.

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En este tipo de fiestas de electrónica llena de baile, también es muy común escuchar Chillout, otra sonoridad del EDM que, como su nombre en inglés indica, persigue relajar el cuerpo y crear un ambiente donde logres sentirte “chilling”.

Otro ejemplo de lo que puede hacer el House para que tu cuerpo baile son los eventos de HAPE. En estas fiestas se une un colectivo de artistas, siempre con un toque de la música cubana más tradicional. DJs como Jigüe, Landeep, Wichy de Vedado, te hacen mover a través de las variantes más latinas del género.

Ilustración: Mayo Bous.

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Por su parte, las fiestas organizadas por el proyecto Analógica, de la mano de DJoy de Cuba, son un buen momento para escuchar un poquito de todo dentro de lo “Under”. Por su escenario suele pasar una amplia representación de los mejores DJs del patio, quienes pinchan sobre las más variadas sonoridades.

Por último, si queremos hablar de la escena electrónica cubana actual, no podemos olvidar al Techno. Quizás sea uno de los subgéneros más polémicos, conocido mundialmente por sus fans como el modo dominante dentro de la música electrónica, e incluso como “la música electrónica real”. De raíces europeas, el Techno es “oscuro”, difícil de digerir por oídos poco avezados en el tema.

Muchas personas tienen una “mala impresión” cuando escuchan Techno por primera vez, en parte debido a que este se nutre de sonidos diversos en composiciones que no siempre tienen como objetivo hacer bailar de un modo tradicional. Sin embargo, cuando le coges el gusto, el Techno puede transportarte musicalmente a lugares inesperados, con melodías que no puedes predecir y que exigen liberar por completo tu cuerpo.

En Cuba se cultivan variantes como el Ethereal Techno, el Progressive Techno, y otros que van surgiendo incluso de la propia incursión de los DJs productores de la Isla. El sello de producción Abstraction —gestionado por Julio Cesar Machado, conocido como César M o Hioll— no solo agrupa a todos los DJs del subgénero, sino gestiona eventos que denotan el creciente interés por el Techno en La Habana y otras ciudades. Fiesta Única, de la mano de Xander Black; Mystique, con Obbi y Joan Coffigny; Rusty Rave Nails Ravers of Techno, conducido por René Navarro; Under & Deep; y las antiguas fiestas de Elegguá con Kike Wolf y DJ Dark como anfitriones, son algunas muestras de la fuerza de la electrónica más “underground”.

Ilustración: Mayo Bous.

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Este solo es un pequeño mapa. La electrónica en Cuba tiene una larga historia que sigue en formación. Cambian constantemente los subgéneros, los DJs y los sitios donde tocan. Quizás la única manera de estar realmente al tanto sea sumergirte en el ambiente electrónico, y dejarte llevar.

 

Ailén Rivero Periodista. Activista por los derechos sexuales. Feminista, ecologista, de izquierda. Y amante de la música, por supuesto. Más publicaciones

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  1. KNTRO dice:

    ¡Excelente y necesario artículo! 👏

    Un gran saludo desde Buenos Aires.

  2. Liliana González Moreno dice:

    Hace unos años el musicólogo Javier Soriano defendió su licenciatura en la Universidad de las Artes, con una excelente investigación sobre el tema. Fue resultado de mucho trabajo de campo, además del enfoque histórico y sus novedosos modos de estudio de las audiencias y las músicas. A tono con el tema abordado en este artículo, vale la pena sugerir su lectura. Con anterioridad, desde otra perspectiva, la musicóloga Brenda Besada también abordó el tema. Larga vida para estos estudios y acercamientos.

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