
Patry White:“No voy a parar hasta que me lleve un Latin Grammy”
Me recibe en su casa con un pie enyesado y apoyado encima de un sillón. Al parecer se rompió un dedo caminando descalza por la sala. Se ríe y me cuenta que quería dar un concierto así, pero que no la han dejado. No le gusta estarse quieta, menos después de casi dos años en standby por culpa de un accidente automovilístico que la obligó a parar su carrera.
Con confianza en sí misma y en lo que hace, Patry White “La Dictadora” vuelve a la escena pisando fuerte con su nuevo álbum, Pecado Original, que busca trascender en la música urbana en Cuba y también a nivel internacional. Se muestra orgullosa de Atrevida, el tema que “se está pegando” y fusiona reguetón con flamenco y música árabe, pero más orgullosa aún está del video que lo acompaña: un fashion film* cargado de simbología, que dirigió Asiel Babastro y compitió junto a Gente de Zona, el Micha, Enrique Iglesias y Descemer Bueno en la categoría video de música Pop-Urbano-Tropical en la reciente edición de los premios Lucas.
Estás de vuelta con un nuevo álbum. ¿Qué traes?
Pecado Original contiene 11 temas nuevos y viene con mucha fusión, que es lo que se lleva ahora. En este disco veremos a una Patry White más madura, consolidada dentro de la industria, que busca llegar a otros mercados fuera de Cuba. Quiero que cuando la gente escuche el disco pueda disfrutar de la música, bailarla y a la vez entender el mensaje que trae.
¿Qué mensaje trae Atrevida?
En parte va conmigo porque soy una mujer atrevida, pero la dirijo a todas las mujeres a las que les gusta irse de fiesta, salir, sentirse bien… Es una canción más comercial que otras del disco, como No me toca, que dedico al aprendizaje que hice gracias a mi accidente, en el que casi pierdo la vida. Se llama así porque viene a decir que no me toca morirme todavía, que tengo muchas cosas por hacer.
La simbología del video es muy fuerte. Hay erotismo, cruces, militares, monjas, cuerpos de mujeres desnudas, jaulas… ¿Qué hay detrás de todo eso?
Imagínate tú. Todo el mundo lo ve de una manera diferente. Sí, hay mensajes eróticos, pero no nos metemos ni con la Iglesia ni con los militares ni con nadie. ¡Que cada cual lleve su imaginación adonde quiera!
Nunca antes había hablado con una reguetonera (con un reguetonero tampoco, pero siento más curiosidad por intercambiar con una mujer, a ver qué opina sobre un género tan masculinizado). Me interesa sobre todo por la constante crítica que recibe el reggaetón en algunos sectores de la opinión pública más ‘purista’: que si machista, que si vulgar… Personalmente, las letras no siempre me parecen tanto más terribles que algunas de los boleros más populares o de los clásicos del rock. Sin embargo, a lo que todavía no me he vuelto inmune (a pesar de vivir en Cuba) es al bombardeo de violencia machista que viene por defecto en todos y cada uno de los videoclips. Sea como sea, el reggaetón está dominado por los hombres: la mayoría de artistas son de género masculino (sólo hace falta googlear “artistas reggaetón” y comprobarlo) y a menudo se banaliza o se objetiviza a la mujer en las letras y en los videos. Pero Patry White dice en Atrevida que ella hace con los hombres lo que quiere…
¿Estás hablando sobre empoderamiento femenino?
Nunca lo pensé así, pero si tú lo ves desde ese punto de vista yo te apoyo 100%, porque siempre voy a estar a favor de todo lo que sea bueno para la mujer. De hecho, aquí en Cuba se están empezando a abrir las mentalidades, aunque todavía hay mucho machismo. Pero las mujeres estamos más que preparadas para cualquier cosa, no sólo para limpiar y cocinar en la casa.
Desde luego. ¿Has tenido barreras en tu sector por el hecho de ser mujer?
La verdad es que soy afortunada porque desde que empecé tuve un éxito total: escogí un buen momento en Cuba, en el que ninguna mujer hacía género urbano. En Puerto Rico estaba empezando a gustar Ivy Queen, y viendo esa oportunidad me decanté por la música urbana y empecé mi carrera en 2010. Nunca pasé trabajo como otros artistas, puedo decir que he tenido el camino bastante llano. Es ahora que las mujeres empiezan a coger fuerza en el mercado urbano, pero yo ya llevo mucho rodaje.

Portada del álbum «Pecado Original», de Patry White. Foto: cortesía de la artista.
¿Estás en tu mejor momento profesional?
Ahora mismo mi carrera volvió a comenzar de cero. No es que yo me haya ido hacia atrás, sino que todo lo que he aprendido y logrado es simplemente un escalón que me ha preparado para todo lo que viene. Hasta que no me lleve un Latin Grammy no voy a parar. Y algún día me lo llevaré, por qué no. Sé que tengo el potencial y todas las herramientas para poder llegar ahí. Simplemente tiene que expandirse un poco más mi producto.
Tiene el foco en la industria y en la ley del mercado: en primer lugar, la música como producto, adaptable a las tendencias; en segundo, ninguna intención de lanzar mensajes políticos o comprometidos; y en tercer lugar, su trayectoria entendida como puerta a “lo que viene”. Tiene seguridad y cree en sí misma –“si yo no lo hago, ¿quién lo va a hacer?”– y eso le sirve más que de sobra para proyectarse ya no sólo en Cuba, donde tiene claro que es “la protagonista” de la música urbana, sino en el extranjero.
¿Tienes éxito fuera de Cuba?
Atrevida ha tenido muy buena aceptación en lugares en los que nunca pensamos que llegaría la música urbana cubana, como los países árabes. Tenemos propuestas para hacer gira este año en Dubái e Irán. En Europa también se consume, sobre todo en Italia y España, donde también queremos ir este año. Lo que hay que hacer es estar al tanto de las tendencias para ir acomodando el producto a lo que pide la gente.
Pero Cuba está llena de reguetoneros. ¿A todo el mundo le va tan bien?
No. Es que hay que tener mucho cuidado con el reggaetón callejero, ese al que la gente le está cogiendo miedo o es más censurado. Sobre todo por las letras y el contenido, que los niños repiten tras escuchar los temas porque quieren ser como los artistas. Hay que elaborar mejor los temas, tomarse un poco más de tiempo… No se puede hacer cualquier cosa.
¿Es difícil seguir tu carrera en un mercado tan saturado y tras casi dos años ausente?
Bueno, yo ya tengo un nombre que me amparará toda la vida, porque mi carrera ha sido sólida y tengo mi sello. No tengo temor a introducirme de nuevo en el mercado, porque sé lo que hago y sé lo que gusta. Además, la gente me conoce y me quiere. En las redes sociales todo el mundo estaba pendiente de ver cuándo me reincorporaba después del accidente.
¿La fama es peligrosa?
Demasiado. A mí me tocó joven, a los 22 años. Imagínate con esa edad llenar plazas con 10 mil o 15 mil personas. Yo no podía salir a la calle, todavía siento que estoy en el ojo del huracán, pero hay que saber convivir con eso y tener los pies en la tierra, sin creerte más que nadie porque al final estás ahí gracias a un público que te apoya. Ahora vivo la fama de otra manera, sabiendo que tengo influencia sobre las personas y que quizás puedo ayudarlas. Mi idea con el videoclip de No me toca es donar todo lo que se recaude a personas que han sufrido accidentes y tienen secuelas, y quiero dirigirlo yo.
¿Cuál fue tu formación?
En una Casa de Cultura. Ahí empecé hasta que conocí a mi profesor, Jorge Reyes, que me “descubrió” y empezó a darme clases de canto y percusión. Gracias a él empecé a conocer a mucha gente y a partir de ahí todo funcionó. Yo nunca pasé una escuela como tal, no sé escribir música, lo mío es más bien empírico. Aun así, estoy avalada por el Instituto Cubano de la Música como cantante.
Está convencida de que su personaje marca un estilo tanto como icono –“hasta en China se hacían el pelado mío hacia el lado”– como musicalmente; sin embargo entre sus referentes no se encuentran muchos que se parezcan a ella, en nada: Madonna, Michael Jackson, Maroon 5 y Maná son, para ella, algunos de los “grandes” de la música. Escucha pop y alternativa, “sobre todo artistas americanos”.

Patry White «La Dictadora». Foto: cortesía de la artista.
Haces música urbana pero no escuchas música urbana. ¿Por qué?
Sí escucho, pero pocas canciones me llaman la atención. Ahora en Cuba hay muy poca calidad en este género. Los reguetoneros siempre están fajados, en tiraderas**, en “dime que te diré”. Yo trato de salir de ese círculo vicioso. Me llevo bien con todos, pero nunca respondo a las tiraderas, porque me parece algo poco profesional. La mayor tiradera es ver el resultado de un trabajo.
¿Por qué te llaman “La Dictadora”?
En el género urbano todo el mundo tiene un apellido: Osmani García “La Voz”, Jacob “El Inmortal”, Príncipe “El Tiger”… A mí me decían que siempre mando mucho y alguien ―no recuerdo quién― me empezó a decir que como siempre estaba mandando era una dictadora. Pero yo no tengo nada que ver con ningún dictador (ríe).
Aquí puede ser medio polémico, ¿no?
Sí, ¡claro! De hecho, fue cómico cuando actué en la gala de los Lucas hace unos años. En plena televisión cubana me presentaron como “Patry White”, y la gente vociferó “¡La Dictadoraaaaa!” (ríe). Pero no creo que lo que me guste es mandar, simplemente me gustan las cosas bien hechas. Más que mandona soy exigente con mi trabajo: es la única forma que tienes de obtener buenos resultados.
* Los fashion films son producciones audiovisuales, a modo de cortometrajes, al servicio de una marca, caracterizadas por un estilo comunicativo en el que predomina la estética del mensaje sobre el producto y/o la marca en sí mismos. Estos vídeos están creados casi expresamente para su difusión a través de soportes digitales, buscando la viralidad.
** La tiradera, es una expresión y subgénero musical en sí mismo que adopta en el reguetón el vocablo «diss«, (que viene de diss song o diss track, vocablo creado a partir de disrespect), es una canción de insatisfacción, creada con el único propósito de atacar verbalmente e insultar a una persona o a un grupo de personas. Por lo general las tiraderas son producto de rivalidades, (beef, en inglés) entre distintos cantantes.