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Reportajes Toques del Río durante su presentación. Foto cortesía de la banda. Toques del Río durante su presentación. Foto cortesía de la banda.

Música cubana para quedarnos en casa

Cuatro años atrás una multitud frenética se agolpaba en la Ciudad Deportiva para asistir a la leyenda de un grupo capaz de adaptarse, con unos simples apuntes estilísticos, a cualquier tiempo musical. The Rolling Stones conquistaban algo que parecía imposible. Del otro lado del escenario, un millón de personas se preguntaban si lo habían soñado. “El mejor concierto de mi vida”, decían… Pero es 2020, aquellos días se alejan en el tiempo, el nuevo coronavirus se extiende por el mundo y llega a Cuba, como algo inevitable. La realidad nos obliga al encierro. Un nuevo tiempo musical se avecina. Hoy muchos también se preguntan si lo están soñando.

En medio de la amenaza de la propagación del SARS-CoV2 fue necesario cerrar los centros culturales y deportivos, así como cancelar las presentaciones musicales y cualquier otra actividad de convocatoria masiva planificada. La industria de los eventos en vivo resulta una de las que más está sufriendo los estragos de esta pandemia y, mientras, se hallan alternativas para mantenerla viva, tanto en términos de interacción de creadores y públicos como en términos financieros. Los conciertos live mediante plataformas digitales constituyen un modelo de difusión de la música probado desde hace un tiempo. Hoy, con el impacto global de la Covid-19, toman fuerza y se propagan como pólvora en Internet. La forma en la que se publicitan diferentes productos y actividades musicales, con la distribución a través de Internet como única vía, ilustra parte de las adaptaciones que, ante la Covid-19, asaltan con otros códigos la música.

A ello se suman otras preguntas: ¿cómo aprovechar el tiempo en casa?, ¿cómo encontrar nuevas aficiones?, ¿cómo cuidar de nuestra gente? Prudencia. Responsabilidad individual y colectiva. Son algunas de las palabras de orden. Hoy, quien durante la cuarentena pueda aburrirse tiene algunos privilegios. Que la rigurosidad salve, y también la música. En la cuarentena o en la reclusión voluntaria hay redes armándose en todo el mundo para asegurar que el distanciamiento físico no sea distanciamiento social. Entre otras tantas iniciativas el hashtag #QuédateEnCasa se volvió viral, y para apoyarlo artistas de todo el mundo empezaron a abrir sus hogares y a regalar conciertos íntimos. En muy pocos días, el movimiento mundial #YoMeQuedoEnCasa llegó también a nosotros. ¿Tendrá el mismo engagement en Cuba?

Tunturuntu pa’ tu casa

El proyecto cubano Tunturuntu —un sitio web de noticias de cultura y arte con una marcada presencia en Instagram y Facebook ha logrado aglutinar a decenas de artistas en el festival online Tunturuntu pa’ tu casa, que celebró este fin de semana su segunda edición. Una iniciativa que renace y parece que ha llegado para quedarse.

El proyecto ya había fungido como media partner del Festival Jazz Plaza, acota a Magazine AM:PM Liliam Pérez, su productora artística, quien arroja algunas luces sobre los inicios: “La idea surge ante de la suspensión en el país de todos los eventos públicos programados para el mes de marzo como el Havana World Music y la Fiesta del Tambor, por ejemplo”.La inspiración nació a raíz de “Yo Me Quedo En Casa Festival”, una iniciativa que se emprendió en España por la situación crítica provocada por la pandemia. “Nosotros lo hicimos extensivo a Cuba, enfocado al público cubano dentro y fuera de la Isla, que en este contexto no ve satisfechas sus necesidades de música cubana”, dice.

El proyecto ha logrado aglutinar a decenas de artistas en el festival online Tunturuntu pa’ tu casa

El proyecto ha logrado aglutinar a decenas de artistas en el festival online Tunturuntu pa’ tu casa

Como plataforma que provee información de la escena cultural cubana en todas sus manifestaciones, Tunturuntu existe en la red de redes desde junio pasado. En esa época, los datos móviles cobraban solidez entre cubanos que, desde los puntos públicos con Wifi y el Nauta Hogar, se asomaban a un ecosistema digital lleno de múltiples posibilidades por explorar. “Empezamos por Instagram como herramienta fundamental para llegar a un público determinado. Con el acceso a Internet diario, la gente iba a querer saber a dónde ir en Cuba, qué pasaba con la cultura cubana y su agenda de noticias. Hemos crecido,ya somos seis en el equipo”, expresa Daniela Treto, a cargo —desde Barcelona— de la coordinación general de comunicación del proyecto, el cual fundó junto a Isidro Matamoros y Lilliam Pérez, y que ya cuenta con un amplio número de seguidores más allá de Cuba.

Tunturuntu pa’ tu casa fue concebido como un festival inédito para concientizar sobre la importancia de quedarse en casa en momentos en los que hay que controlar la expansión de la Covid-19, un llamado a la responsabilidad, la precaución y el entretenimiento desde el aislamiento. Cuenta con el patrocinio de Fonoma, una plataforma de recargas para Cuba, con la cual lleva a cabo un acuerdo de asociación y colabora facilitando la conectividad de aquellos músicos que se encuentran en Cuba.

“La convocatoria salió desde nuestra página de Instagram y en menos de 48 horas ya teníamos más de 30 artistas confirmados. Comenzamos el miércoles 18 de marzo, con los primeros conciertos, y abrió David Blanco”, apunta Lilliam.

El resultado fue el primer festival de música online que se organiza en Cuba, con conciertos que duran entre 15 y 30 minutos, y que son trasmitidos desde los perfiles de los artistas en las redes sociales y la página de Tunturuntu.

Kamankola, Ismael de la Torre, Pepe Gavilondo, Eme Alfonso, Eduardo Sandoval, Idania Valdés, Gastón Joya, Degnis Bofill, Virginia Guantanamera, William Vivanco, Más con menos y A-Seven fueron algunos de los músicos cubanos que tocaron en vivo gracias a las bondades de plataformas como Facebook, Instagram y YouTube.

La era de la evolución

En el mundo, artistas como Alejandro Sanz y Juanes regalaban sus presentaciones en vivo vía Internet. En Cuba, David Blanco —por estos días y en la comodidad de su casa— dice hacer de cocinero, enfermero familiar, músico, poeta y loco. El cantante y compositor fue, junto a su banda, el primero en irrumpir —de manera online— en medio del paisaje sonoro cubano en tiempos de coronavirus. A él le tocó romper el hielo y lo hizo porque se considera una persona que “trata de convertir los reveses en victorias y a veces los jóvenes no se dan cuenta que los datos sirven para algo más que las prácticas de todos los días en WhatsApp y Facebook”, afirma. “Creo que es hora de hacer una directa y hacer nuestros temas más conocidos”, les dijo a sus músicos.

El concierto acústico en la sala de su casa resultó una gran sorpresa para ellos y para el público, por la acogida de un video y una experiencia que sobrepasó las 10 mil vistas, según comenta, mientras sostiene que, de cara al momento actual, su estrategia es seguir todas las orientaciones del sistema de salud y los integrantes de la banda se encuentran todos en casa. Su trabajo ahora se reduce, pero también se expande,sigue componiendo y trabajando en su venidero disco, que aún no tiene nombre, pero que saldrá este año o a principios del próximo.

El también trompetista, tecladista, director, arreglista y productor hará un concierto con un grupo de amigos, entre ellos Buena Fe y Zeus, para el público de la Televisión Cubana, para que llegue a todas las casas. La fecha será el primero de abril.

Asimismo, la energía desbordó en la presentación de Toques de Río, una banda que le imprime una sonoridad característica a su espectáculo, donde conviven el hip hop y el funky con la sabrosa base cubana del mambo y la rumba. Los temas escogidos para la trasmisión live esta vez se adaptaron y  al no tener batería ni tumbadora, recurrieron al cajón y la percusión menor.

“Somos un grupo grande, de 12 músicos, por eso tuvimos que reducir la instrumentación. Extremamos las medidas de seguridad, previmos que fuera un lugar con buena conexión y el resultado fue super agradable”, expresaron.

“Como teníamos media hora preferimos, más allá de la interacción, tocar y tocar para que la gente pudiera consumir el mayor número de canciones y bailar, limitándonos a saludar entre tema y tema. En otras ocasiones ya habíamos tocado así, semi acústico, y el sonido salió espectacular”.

Como muchos otros artistas, tuvieron que reprogramar algunas de sus acciones: su segundo álbum, previsto a grabarse en Viñales bajo la producción de Alain Pérez, tendrá que trasladarse al estudio y esperar, por ahora. Asimismo, se encuentran editando un DVD de un concierto en Fábrica de Arte con el repertorio del álbum Pa’ que te sosiegues, mientras componen y sacan temas de la gaveta. Porque la música no para.

Saxofón, piano, bajo, drums, percusión y trompeta sonaron esta vez desde el local de ensayo del saxofonista cubano Michel Herrera, director del grupo Joven Jazz. Allí llegaron los integrantes del proyecto para trasmitir en vivo e interpretar standards de jazz. La estrategia de Michel Herrera para el concierto consistió en elegir temas de su repertorio habitual, pero “desde la variedad del estilo para darle color y que se sintiera ameno e íntimo”.

“Ahora la forma que tenemos de llegar [al público] es dar el ejemplo y transmitir apoyo y buenas energías”, comenta.

Flor de loto: flores para la música cubana, flores reales, y virtuales, semillas de melodías que en su germinar del “fondo” de las aguas —como rosas sagradas en Egipto, India, China— pueden nacer después de tres siglos. Flor de Loto es, además, el nombre de una banda que nació a mediados del 2018 y que también se sumó a esta iniciativa. En una apuesta a voz y guitarra (desde hace una semana lo acompaña en la cuarentena David, guitarrista de la banda), sonaron desde la terraza de la casa de Gian Luca Magri, líder y vocalista de la agrupación.

Con su propia narrativa, salieron con seis temas que fueron subiendo la intensidad de su espectáculo: Cosa, Sufi, Suin, Bésame luna, Échate Loto y Agua.

“Como nunca los habíamos hecho en este formato, recurrimos a las maquetas de las canciones, la mayoría compuestas por mí en un Ipad, y reprodujimos ese background en la bocina”, explica Gian Luca.

“Ahora estamos volcados en las redes, promocionando los productos que ya tenemos en YouTube y moviéndonos para publicar nuevos contendidos grabados en estudio”, entre ellos su EP, cuyo primer sencillo, bajo el nombre de Siento, llegará pronto.

La música electrónica y sus numerosos adeptos también encontró su espacio en estas presentaciones en vivo.

Dj Landeep, por ejemplo, aprovechó la estancia en casa para unirse a lo que clasificó de una “vivencia genial. Fue mi primera experiencia de este tipo y gracias a este medio lancé en vivo parte de mi nuevo EP, en el cual estoy trabajando. A la gente que me vio le encantó”, afirma este Dj que empezó en el deephouse y su estilo ha evolucionado hasta el empleo de ritmos afrocubanos, africanos, latinos y caribeños con un sabor mezclado con la música electrónica contemporánea.


Por su parte, Dj Jigüe ya había incursionado en la trasmisión online en otros países, pero nunca en Cuba, donde —alega—se divirtió mucho:

“Decidimos lanzarnos a la aventura y tratamos de crear las condiciones para que el sonido y la imagen fueran de la mayor calidad. Fue todo un reto, muy loco en el estudio, grabando con las dos cámaras y con una captura de sonido de microfonía hacia la consola y después a la tarjeta. Incluso nos pasamos la noche anterior de la transmisión descargando el software”.

Tony Ávila también se unió “para cambiar esta, nuestra casa”. Desde el sosiego de la sala de su hogar en Cárdenas, Tony transmitió —en una silla y con la guitarra— su concierto en vivo, que no estuvo libre de los vaivenes de la conexión, pero tampoco de buenas energías. Temas como Mundo de los más, Madre, y Como quisiera ser salieron de ese espacio.Sobre el futuro incierto comentó que “la situación está difícil. Dirigir la proyección hacia las redes es una alternativa saludable. Igual, me preocupan mis músicos, pero la vida está de por medio. Ahora a permanecer en casa”.

 

La pandécima de Alexis Díaz Pimienta

Alexis Díaz Pimienta asegura que “el repentismo es un ejercicio de desnudo público”. El escritor y repentista cubano no deja de componer, de colocar buenas comas en los versos que escribe, en las décimas a las que se atreve; pone su piel sobre papel, sobre el aire, sobre las redes, y las deja para la posteridad:

Buenos días confinados,

desde mi casa en Sevilla.

Hay un sol con mascarilla

encima de los tejados.

Hay pájaros inspirados

dando un concierto gratuito.

Vaya streaming exquisito,

vaya twits inteligentes,

trending topics diferentes

de los que yo necesito.

Y prosigue en sus pequeños videos difundidos en su perfil, seguidos por cientos de personas por estos días.

Un librero imprescindible le hace de fondo desde su confinamiento sevillano, donde propone provocar vía online “una pandécima contra la pandemia”, como una manera poética y lúdica de pasar la cuarentena.

Hace un año trovó y creó controversias junto a Joaquín Sabina, durante el Pregón del Carnaval de Cádiz. Hoy, Alexis Díaz Pimienta aprovecha el confinamiento y suma sus palabras que llegan en forma de poesía oral improvisada; da los buenos días y suelta sus décimas, sus creaciones repentinas:

Buenos días, confinados;

es domingo, hay cuarentena;

la situación no es muy buena,

continuamos encerrados .

Algunos están cansados

de vivir entre paredes.

Pero yo puedo y tú puedes

vencer este desconcierto:

al fin hemos descubierto

para que sirven las redes.

Cada jueves, mientras dure la cuarentena, Alexis hace un encuentro con la décima en YouTube, auspiciado por el Centro Iberioamericano de la Décima y el Verso Improvisado y la Academia Oralitura, desde donde imparte talleres, lectura de décimas, sesiones de repentismo. Asimismo, vía Facebook Live imparte su taller de iniciación a la décima, donde incluso el cantante Juanes se animó a improvisar.

Décimas vs. Coronavirus por su parte, es el nombre del Taller Digital Especial para niños, donde comparte clases de música, juegos, poemas y canciones.

Controversias, pies forzados, décimas repentistas vía online, por su potencialidad comunicacional han servido para llamar a acciones de prevención y pasar un rato divertido y creativo.

Otros retos

A pesar de su lamentable causa, estas iniciativas de los artistas a través de internet constituyen una experiencia bien recibida por los seguidores de los artistas y la propia industria.

Los músicos aprovechan este periodo “de pausa” para practicar, componer producir y aumentar su presencia en las redes, un medio con muchas potencialidades que ha quedado evidenciado no había sido totalmente explotadas hasta ahora por ellos.

Desde el punto de vista de la industria local, podríamos especular que el reto será buscar vías alternativas para retribuir a los artistas, según evolucionen las cosas. ¿Se examinará la posibilidad de monetizar de algún modo estos conciertos online? En este minuto es imposible saber cuánto tiempo se extenderá el actual panorama. No perdamos de vista el hecho agravante de que existe una tradición generacional que aglutina a muchos músicos en una familia, y la ausencia de su principal fuente de ingresos puede jugarles en contra. La prioridad debe ser defender la vida, pero también debemos salvar a la música.

Daniel Bárcenas, guitarrista de la banda Rapzodia, dice “con los conciertos online los músicos podemos calmar un poco la frustración ante la cancelación de todos los eventos en que íbamos a participar. Resulta una buena forma de entretenimiento puesto que las personas se están refugiando en las redes, pero los precios para acceder a Internet siguen siendo muy caros; por eso es perfectamente comprensible que la gente quiera invertir su tiempo o sus datos en otras cosas”.

Al fondo y en las sombras, como en las películas de aventuras, está la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), desde hace tiempo la diana de las quejas en materia de comunicación, especialmente en las plataformas digitales. Cientos de cibernautas han mostrado su inconformidad con los aún altos precios y la lentitud de la conexión en Cuba, polémicas que de tiempo en tiempo alcanzan picos. Abundan los reclamos ciudadanos, que a pesar de lo que creen algunos poco están pensando en militancias políticas. Asociados a estos espectáculos (que sabemos no son exactamente una prioridad en la vida de muchos cubanos) saltan frases del tipo “ojalá tenga datos móviles para poder ver alguno de estos conciertos”. La etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet, por el usuario @ClientesEtecsa, logró posicionarse durante varios días del pasado año como tendencia en plataformas como Twitter y Facebook. Hoy revive el reclamo en tiempos del nuevo coronavirus.

Víctor Cárdenas es un cantautor y comediantecubano, uno de los muchos usuarios que encuentra ahora mismo en las redes la mejor vía de información y ocio, por las formas de interacción que se pueden catalizar, por la vitalidad de los grupos en Facebook, por las personas virtuales que descubres con intereses afines, por los llamados challenges, la creatividad tremenda, el ingenio colectivo.

“Todo esto desde la tranquilidad y seguridad de tu casa lo puedes tener, pero sigue siendo controversial el tema acceso a Internet por datos móviles. Si se tiene en cuenta la relación salario cubano promedio-precios de Etecsa, no es nada raro que haya un sentimiento de inconformidad entre los usuarios y sea motivo constante de protesta”, expone.

Michel Herrera durante su transmisión. Foto cortesía del artista

Michel Herrera durante su transmisión. Foto cortesía del artista

Volvíiii… pa’ tu casa

Y como parece que el coronavirus no para, Tunturuntu pa’ tu casa, tampoco. Antes, de miércoles a domingo; ahora, del viernes 27 de marzo al domingo 29, ya encontró lugar una segunda edición del festival.

Prácticamente en 48 horas se prepararon ambas ediciones. Con una probada efectividad en la convocatoria anterior, esta vez se nos unieron artistas como Roberto Fonseca, Haila María Mompié, Luna Manzanares, Suylén Milanés, Alejandro Falcón, Adrián Berazaín, Jorge Aragón, Nube Roja, entre otros. La idea sigue siendo compartir un mismo espacio, donde todos los géneros se unan para concientizar sobre la responsabilidad de la estadía en casa, dice Iván Vergara, quien gestiona la comunicación y relaciones públicas de Tunturuntu.

Igualmente, ahora, como eco —acertado, oportuno, y necesario para abrir el espectro y alcance—tiene lugar por estos días el proyecto conjunto del Instituto Cubano de la Música con el Ministerio de Cultura (Mincult) y el Instituto Cubano de Radio y Televisión, para la transmisión televisiva de nuevos conciertos. Engrosan la lista Eduardo Sosa, Marta Campos, Polito Ibáñez, Daiana García y la Orquesta de Cámara de La Habana, Pancho Amat y el Cabildo del Son, entre muchos otros.

El director de comunicación del Mincult, Alexis Triana, informó que se está valorando incluso la posibilidad de lanzar el Festival Cubadisco 2020 online, con la posibilidad de establecer las votaciones por Internet y que no haya necesidad de suspenderlo.

El Canal Clave, Radio Progreso, el canal de YouTube del Ministerio de Cultura y alrededor de 100 páginas de Facebook se enlazan para acometer un proyecto que involucra en la producción a la Rueda Producciones, Lía Videos y i4Films.

 

Si bien es cierto que los conciertos a través de plataformas digitales alcanzan su plena razón de ser habitando otros códigos como la interacción que permiten las emisiones en streaming, esta alianza de las instituciones estatales cubanas permite poner también en la parrilla de programación televisiva una serie de conciertos de artistas que, aunque no tendrán el encanto comunicacional desplegado vía Internet, sí sirve para masificar su audiencia.

Esta manera de hacer conciertos simboliza una buena forma de promoción, con sus ventajas y desventajas. Plataformas como Tunturuntu, que inició un periplo musical inédito en Cuba, los esfuerzos de la Televisión Cubana por hacer extensivo este tipo de práctica y las manifestaciones otras de quienes mostrarán su obra desde sus propias formas de autogestión, demuestran que el negocio de la música es lo suficientemente maleable y presto a mudanzas que pueden revitalizar esa industria cultural.

Quizás este formato llegó a Cuba para quedarse, después que hayamos vuelto a la normalidad en nuestras vidas. Todavía queda por ver la evolución de un panorama sin la Covid-19. Vivimos un momento de transformación de los escenarios de la industria de la música, con nuevos retos, y tal vez nuevas oportunidades. De lo que no hay dudas es que “una canción puede no salvar al mundo, pero lo mejora”.

Indira Hernández Alonso Periodista que si busca encuentra. Llenando un título. Con la urgencia vital de descubrir para investigar. A momentos calma en el caos y caos en la calma. Alma de artista sin la habilidad confesa, pero con la sensibilidad. Escribir no es para mañana. Hoy, sigo tecleando. Más publicaciones

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