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Entrevistas El Individuo. Foto: Cortesía del artista. El Individuo. Foto: Cortesía del artista.

El Individuo: lo mismo, pero actualizao, you know

Cuando todavía era Rafael Bou y aún no vestía uniforme blanco y mostaza, se debe haber subido a un par de escenarios a repetir rimas de sus raperos favoritos. Rimas suyas a los doce, cuando hizo su primer grupo con los socios de la escuela y aquello del hip hop no era más que un hobby, “lo que se usaba”. Tan así que ni recuerda el nombre, solo que participaban en una peña juvenil todas las semanas en Prado y Trocadero, cerca de la escuela. 

El interés profesional vino después, con la creación del grupo Con100cia, que también comenzó como hobby, pero que fue descubriendo para él, a lo largo de diez años, la escena del hip hop cubano, encaminando su discurso y sus intenciones dentro del género. Nacía El Individuo, y tenía —tiene— muchas cosas que decir.  

“Con100cia se creó entre un grupo de amigos, era un tiempo en que había en Cuba una escuela de rap bastante fuerte, que era la escuela de Los Aldeanos, de Silvito el Libre…, y la idea era un poco hacer ese mismo rap, pero utilizando un lenguaje que no fuera tan agresivo, tirar el mismo mensaje, pero sin esa agresividad, y llevar a la gente a la reflexión. No pensábamos tanto en la parte musical, sino en el discurso; con el tiempo nos dimos cuenta de que teníamos que trabajar otras cosas, pero la idea inicial era así. 

“Antes de esa escuela hubo un grupo de músicos que hacía rap, pero que no estaban tan enfocados en el discurso, quizás le daban más fuerza al flow, a la métrica, a la música, y creo que lo que me pasó con Los Aldeanos y demás era que había un discurso que me decía algo, que me hacía ver, pensar, analizar una situación determinada”.

El dúo grabó tres discos: De corazón pa fuera, Aquí abajo también hay gente, y Con la Con100cia tranquila, con los que lograron insertarse dentro del circuito con un discurso propio. 

Pero todo esto quedó atrás de alguna manera, hace dos años, cuando Rafael decidió ser El Individuo en solitario. Mientras estuvo en Con100cia se involucró con otros proyectos: jazzistas, trovadores, y ese trabajo le mostró un diapasón de posibilidades. La curiosidad, si no las ganas de crecer, le llevaron a querer conocer y experimentar dentro del género con ideas suyas, “porque Con100cia era un colectivo”.

El Indivuo junto a uno de sus productores, JD Asere (y antiguo colega del colectivo Con100cia). Foto: Cortesía del artista.

¿Qué cambió?

“El discurso sigue siendo el mismo, aunque un poco más maduro, creo, pero la idea es trabajar en la música. El rap se caracteriza por el uso de samplers, y yo con El Individuo quiero hacer una música más elaborada; si utilizamos samplers, que sean creados por nosotros mismos. Como no soy músico de escuela, estoy trabajando con Rasciel Aldama (trompeta) y Dany Arce (trombón), y con mis productores JD Asere y Dj Lápiz. Y creo que cuando la música coge un poco más de fuerza me obliga a esforzarme más: en el discurso, en la letra, en el flow, en la métrica.

“Lo que me más me gusta del rap es tratar de usar tu flow como un instrumento de percusión dentro de la música, y a la vez lograr decir algo, que es súper difícil”.

La carta de presentación lleva por título Soy, un EP con cinco temas firmado por Guámpara Music que salió al mercado en diciembre de 2018, que no se conoce en Cuba, que no tuvo presentación oficial y que El Individuo comenzó a relanzar el pasado mes de septiembre para el público cubano. El tema escogido para el debut —disponible en las plataformas digitales— se llama De Toyo y en Talla, una sesión de rayos X de casi cuatro minutos y en el que se presenta así: Nacido y criado cerca de Toyo/ quizás por eso siempre ando en talla/ de los que no falla y por sayas no se mete en rollos,/ profundo como la Andoyo/ de calle y por el valle del under/ con el bolsillo reventado en criollo, gallo de pelea/ aunque empecé siendo un pollo/ y ya suman más de 50 los que están conectados con mi rollo.

“Siempre he dicho que quiero que mi rap se identifique como ‘rap cubano’ desde que tú escuches la música, no quiero que lo confundan, por eso es que la música tiene elementos caribeños, esa picardía también del cubano; creo que por ahí va”.

Ya Guámpara Music —el sello de música urbana que lidera Isnay Rodríguez, Dj Jigüe— le había abierto puertas con el disco AfroRazones (2017), en el que El Individuo interpreta Mi Raza, tema que se convirtió en el single del disco, y que encerraba en sí solo todo el concepto del álbum. En el extranjero lo adoraron: lo reseñaron en Remezcla, en Vibe, en Track Record, y sus temas fueron incluidos en playlists de NPR ALT Latino, de varias emisoras norteamericanas, y en The New York Times. 

De ahí a rapear en escenarios internacionales va muy poco. Y así fue. 

“Siempre digo que es un poco fuerte el regreso, pasar por todos esos países, ver cómo la gente conecta con lo que estás haciendo, ir a programas de televisión, de radio, donde la gente —que para nada creo que yo lo merezca— te trata de maestro, y regresar es un poco fuerte, porque uno donde más quiere trabajar es aquí. En Colombia, por ejemplo, gustan mucho del rap cubano, cualquier rapero cubano que vaya va a ser la bomba. Que te da por decir: mira cómo nos descargan en Colombia, y en Cuba… es súper loco. 

“En Europa (Alemania, Francia, Bélgica) lo que más me preocupaba era el idioma, porque como trabajo tanto sobre el discurso, me preocupaba que no les llegara el mensaje, pero la música sí, porque trato de que suene a hip hop cubano, y la gente súper conectada con lo que está pasando, y me decían: lo que más me cuadra de tu trabajo es que traes la Cuba fresca, la Cuba de ahora; y era por la música, porque no entendían lo que yo estaba diciendo. Ahí me di cuenta de que sí, manteniendo esa idea, estoy haciendo algo que puede vender, que puede gustarle a la gente. Y quiero lograr aquí eso que logré allá”.

—¿Por qué es difícil lograr eso aquí?

—Parte de la culpa es de los mismos raperos; creo que el rap en Cuba es un género muy celoso, al punto de que a veces no quiere colaborar con otros géneros, se mete en la burbuja de que yo soy rapero underground y hago las cosas con un audio malo, en un lugar malo porque es así como lo hacen los raperos, y quizás eso de alguna manera hace que ellos mismos se marginen. Otra, que producto de esa escuela, que era un rap bastante político, se ha creado una imagen de que todos [los raperos] damos un discurso político agresivo, y se puede dar un discurso político, pero no siempre tiene que ser agresivo. Entonces todo el mundo no expresa sus ideas de la misma forma, pero creo que de alguna manera han generalizado al movimiento con esas ideas, y por eso hemos estado censurados también en algunos lugares. El video Mi Raza, por ejemplo, estuvo censurado aquí. 

(Bajo mi piel sangre que cruzó mares para ser esclavo/ y la mano de aquel que clavó un puñal sobre su opresor/ la valentía de quien batalló contra un tirano/ la frialdad de Maceo frente a un fusil español/ la oratoria de Malcolm X, Martin Luther King, el valor de Quintín, la escritura de Juan Gualberto Gómez/ el partido Pantera Negra junto al Independientes de Color, grabados los dos en el mismo pulóver.)

“Tienen tanta culpa las instituciones como nosotros”.

—¿Existe hoy un movimiento de hip hop en Cuba reconocido como tal?

—Sí creo que hay un movimiento, pero no está organizado, y además no sabe cómo trabajar como movimiento, pero sí creo que existe. Nosotros hemos salido mucho a provincia, y cuando vamos a los festivales, por nuestros medios, participamos, y hay gente que trabaja en conjunto, que tiene ganas de hacer. Después de que firmé con Guámpara, que ya tiene experiencia, que sabe cómo trabajar con músicos, ya sabíamos lo que queríamos. Estoy hablando de ese trabajo de producción; yo no sabía lo que era un EP, por ejemplo, para mí era disco y ya, aprender cómo lanzar un EP, un single, a qué tema debes hacerle un video, cómo hacer un concierto de lanzamiento, cómo darle promoción…

—¿Pero el público en las provincias es diferente?

—Sí, cómo no. Hay quien dice que el rap no gusta en Cuba, sí gusta, lo que hay es que ponerle un poco de producción y seriedad al trabajo, y es lo que nos pasa en provincia. Los festivales de provincia sí tienen producción, buen escenario, atención con los artistas, y cuando el público ve eso se llega a ver qué está pasando, y si lo que está pasando es interesante, por supuesto que se queda. Entonces te das cuenta de que sí se está haciendo rap en Cuba y sí es interesante.

—¿Por qué en La Habana no pasa igual?

—Precisamente porque en La Habana no le hacen caso a esas cosas. Cada vez que se hace un evento en La Habana es: sí, ponle dos bafles y un micrófono, aunque se oiga mal… Yo he tenido experiencia con eso, porque he hecho conciertos en el Pabellón Cuba con Albertico Lescay, con otros artistas que me han invitado, y cuando quise hacer mi concierto me dijeron que no, que el lugar que yo tenía para hacer el concierto era La Madriguera, te das cuenta que de alguna forma también nos marginan.

Este mes de octubre El Individuo lanzará Baila, segundo single de Soy que pondrá a consideración del público nacional, y en noviembre será entonces el turno de todo el EP.

Soy se lanza con el sello de Guámpara, pero lo grabamos en el estudio nuestro, que se llama El Espacio. La producción fue un equipo: Rasciel Aldama, el Dany Arce, Dj Lápiz, JD Asere, siempre bajo la custodia de El Jigüe. Tiene cinco temas, y la idea primera era mostrar qué era lo que quería hacer en este proyecto independiente”.

En Dale taller lo dice: Que el rap es poesía y que poesía es arte, aunque yo sé que muchos no comparten esa teoría/ por eso es que en teoría sigo arriesgándome a vivir de este arte/ aunque sus frutos aún no llenen mi alcancía. Y algún statement: Que si tú estás pa cosa/ una cosa que aprender deberías/ es que raper no rima con cobardía,/ rima con esperanza, resistencia, esfuerzo, paz, sabiduría/ y esas son cosas que ni yo conocía.

Además de Dale taller, De Toyo y en Talla y Baila, el EP Soy cuenta con dos temas más: Se va complicando y Eres para mí, donde El Individuo muestra “un lado más poético”, si se quiere, y “más musical”: Como una sonrisa triste o como un llanto alegre/ una barba sin pelos o infidelidad de fieles/ una mirada ciega, un beso sin rozar tus labios/ el horizonte vertical o un ignorante sabio. O: Como un espejo sin reflejo, un veinteañero viejo/ me duele, no me quejo, impacta y no quedo perplejo/ como un acongojado festejo vuela mi alma/ sin hallar calma porque sabe que aún estás lejos.

“Me gusta que en mis discos haya variedad, que todos los temas no sean de la misma manera, porque así organizo también mis conciertos”. 

—¿Cómo te gustaría que se escuchara Soy?

—El público se identifica mucho con las cosas que escribo, y eso es lo que espero, que se identifiquen y les sirva de algo; no me gusta escribir por escribir, incluso para bailar y olvidar tus penas.

El Individuo. Foto: Cortesía del artista.

Diana Ferreiro Periodista y editora casi todo el tiempo. Adicta a la tinta y al color rojo. Escribe menos de lo que quisiera y escucha más música triste de la que debería. "Café, cerveza y perreo" como mantra. Más publicaciones

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