
El firmamento del Dúo Karma
Cinco años después de su último lanzamiento, ¡Vámonos de Viaje! (Producciones Mundo Sonajero, 2013), el Dúo Karma acaba de sacar a la luz un nuevo trabajo: el libro-disco Firmamento (Producciones Mundo Sonajero, 2018). Se trata de su tercera grabación para niños y niñas, publicada en esta ocasión de forma independiente bajo su propio sello.
Siguiendo la línea de En Guarandinga por toda Cuba (Producciones Guarandinga, 2009), donde compartieron con la trovadora Rita del Prado, y el propio ¡Vámonos de viaje!, Firmamento es una obra conceptual que supera los marcos tradicionales de la música infantil para convertirse, más temprano que tarde, en música para todas las edades.En el disco colaboran excelentes músicos como Enid Rosales, en el tres, Gastón Joya, bajo, Yaroldy Abreu, percusión, Janio Abreu, clarinete, Franqui Corbea, en las percusiones étnicas y santur, Alejandro Aguiar, timbal, Thommy Lowry, trompetas, Yuniet Lombida, en el saxo. Y la participación de un niño muy especial: Silvio Rodríguez, que acompaña al Dúo en el tema Firmamento que le da nombre al disco.
Esta vez la idea es indagar en cómo nuestra capacidad de asombro puede ser una vía para entender el mundo en toda su grandeza y diversidad. Desde Abre la ventana, tema que abre el disco, los Karma nos convidan a dejar la tranquilidad de casa para salir a buscar respuestas a interrogantes tan dispares y curiosas como ¿Por qué un iglú no se descongela?, o ¿Qué habrá detrás de esa gran antena?
Universo, quinta pista del álbum, es un canto a la inclusión y la diversidad de la vida: imaginar un universo en el que quepan muchos universos. De Biajacas y Majagua, noveno track, funciona como fábula para relativizar lo que conocemos como verdad y conminarnos a experimentar otras realidades:
Hay más horizonte que el que ves.
Que no se vea no es que no pueda ser.
Deja que corra el hilo del carretel.
Deja que te asombre alguna vez.
Pero si las estrellas son redondas y la luna de esta noche será diferente mañana, este viaje al descubrimiento es cíclico y cambiante. La vida de nuestro universo gira entre lo vivo y lo muerto, es movimiento y transformación. Son ideas que resuenan en otras canciones como Camaleón, Arbolito del Otoño y El sombrero de Lunares.
Tras varias escuchas de Firmamento, uno se pregunta si Universo, tal como una de sus canciones, no sería un nombre más adecuado para el disco. Pero entonces descubrimos otro mensaje de los Karma: si bien el universo es inmenso, habitamos en él y estamos en contacto permanente con una de sus partes; lo cual lo hace alcanzable, de cierta forma. Pero el Firmamento será siempre algo misterioso e inalcanzable (incluso para los astronautas): es el horizonte del Universo. Aún en su condición de espacio inalcanzable, para conocerlo (e incluso para dibujar en él) solo necesitamos una cierta dosis de curiosidad.

Actuación del Dúo Karma en el teatro, durante el pasado mes de julio. Foto: Tomada del perfil de Facebook del artista.
La música del Dúo Karma se caracteriza por el empleo de instrumentos musicales diversos. Desde tradicionales como la guitarra, hasta otros más exóticos como la mbira o el udu. Con ellos logran un sonido limpio y minimalista, que en Firmamento expanden como marca de identidad. Hay mezclas de sonoridades tradicionales cubanas y latinoamericanas, vertientes que habían desarrollado de forma independiente en proyectos anteriores. Entre sones, chachachás y calipsos se cuelan canciones inclasificables en las que suena una conga con guitarra eléctrica y juegos vocales que recuerdan a los cantos tribales. En Arbolito del Otoño retoman el recurso de la percusión corporal, como único acompañamiento instrumental al trabajo de las voces. Eso le imprime una atmósfera de soledad, desnudez y aspereza que parece acercarnos al árbol, seco por el otoño, pero aun bello. Sin duda, se trata de una de las piezas más hermosas y logradas del disco.
El material cuenta hasta el momento con un videoclip para la canción que le da título, dirigido por el Dúo mismo, y es una exploración animada de la ilustración de la portada. Pero como dijimos al inicio, Firmamento también es un libro, donde las canciones se hacen acompañar de las bellas ilustraciones de Xóchitl Galán y el diseño compartido con Fito Hernández. Sobre un fondo negro, hay líneas de colores que dibujan todo un universo de animales, paisajes, un sombrero de lunares, una gacela y un espejo y un ciprés y una llave y una noche con luna y… Es en la magia de esa noche estrellada y llena de posibilidades que los Karma quieren despertar nuestra curiosidad.
Afincado desde hace varios años en Argentina, el dúo cuenta con varios premios Lucas y Cubadisco (su Guarandinga incluso obtuvo el Gran Premio en el año 2010). Sin embargo, su música pudiera ser mucho más valorada y seguida en la Isla. Los niños y las niñas, los adultos y las adultas de Cuba, necesitan tener más cerca esas canciones que no solo entretienen sin ñoñería, sino que enseñan a pensar y sentir.
Un disco maravillos, con excelentes artistas. Espero montar estas canciones con mi proyecto coral infantil!