
De las raíces a la fusión —Episodio 7
Para 1955, apenas había una ciudad en Europa que no tuviera, al menos, un Dixieland Jazz Club donde los jóvenes músicos tocaban e improvisaban los clásicos del jazz de Nueva Orleans. En el bloque soviético, sin embargo, este género—junto con toda la música popular del mundo occidental—, estaba prohibido. Pero durante décadas posteriores, los entusiastas sintonizaban en secreto la America Forces Network para escuchar la voz ahumada de Mister Midnight y cuatro o cinco horas continuas de jazz.
Mientras tanto, el disco de 45 rpm arribaba al Viejo Continente trayendo las primeras grabaciones. Todavía solo contenía una canción en cada lado, pero era mucho más pequeño y liviano que los anticuados 78. Poco después, saldría a la venta el “Extended-Play” o EP, del mismo tamaño que el 45 pero ahora con cuatro temas.
El jazz se había expandido, más allá de las fronteras estadounidenses.